La compañía australiana Li-S Energy acaba de confirmar los resultados de las pruebas con sus primeras baterías de 20 capas que utilizan tecnología de batería de litio-azufre de estado semisólido de tercera generación.
Los beneficios de esta química con varios, y entre ellos destaca una mejora del 45% de la densidad volumétrica respecto a la generación anterior, situándose en los 540Wh/L, mientras que la densidad volumétrica llega a los 400 Wh/kg.
Sus diseñadores indican además que lo han hecho con un diseño con una mayor estabilidad térmica, lo que permitirá desarrollar baterías mucho más seguras.
En comparación con las celdas de litio actuales, estas cifras suponen casi duplicar la densidad energética con una densidad volumétrica similar. Esto se traduce en la práctica en que las celdas de Li-S Energy ahora tienen el mismo tamaño que las baterías de litio existentes, pero pesan la mitad.
Las esta tercera generación aprovecha los nanotubos de nitruro de boro (BNNT) patentados por la empresa y la nanomalla de litio dentro de la construcción de la celda para reducir el crecimiento de dendritas y mejorar aún más la seguridad y alargar su vida útil.
El equipo de desarrollo de Li-S Energy está trabajando actualmente en el desarrollo de los procesos de diseño y pruebas de ciclo a nivel celda para un modelo comercial de 20 capas que permita llevar su producción al mercado a corto plazo.
De momento los responsables de Li-S Energy han indicado que centrarán sus trabajos en aplicaciones como aviones no tripulados y drones, que serán un campo de pruebas ideal para este tipo de aplicaciones por sus elevados requisitos de energía, pero también de seguridad.
Sectores a los que seguirán otros de mayor volumen como son el coche eléctricos y el transporte pesado, que podrán sacar partido a aspectos como el bajo coste de producción respecto a la tecnología actual. También se añaden otros factores, como su sostenibilidad ambiental, ya que elementos como el azufre es un producto mucho más sencillo de reciclar.
El principal reto es lograr extender la vida útil de las celdas de litio-azufre, cuyo principal handicap es precisamente una duración inferior a las de iones de litio convencionales. Desde Li-S se han propuesto mejorar los apenas 500 ciclos hasta el 70% logrados hasta ahora, y elevar la cifra hasta más allá de los 2.000 ciclos en 2024. Algo que supondrá un punto de inflexión para arrancar su aplicación en sectores tan exigentes como el de la automoción.
Una química con un gran potencial de crecimiento por delante, y que empresas que han apostado pr ella, como Oxis energy, en su momento han indicado que a corto plazo se pueden alcanzar cifras de 600 Wh/kg en un tipo de química que cuenta con un máximo teórico de 2.600 Wh/kg. Algo que nos indica que estamos apenas al inicio de lograr su máximo potencial.
Fuente | Li-S Energy
