A principios de año, China suprimió las ayudas a la compra de coches eléctricos, un movimiento que pilló por sorpresa a los fabricantes, muchos de los cuales se vieron obligados a introducir importantes descuentos para compensar la pérdida de las subvenciones. Sin embargo, en apenas un semestre las autoridades han cambiado de parecer.
Aunque las ventas de vehículos eléctricos han seguido aumentando, hasta el punto de que los BEV (Battery Electric Vehicles) ya representan un cuarto de este mercado, lo cierto es que su crecimiento se ha reducido: frente al incremento del 120% logrado entre enero y mayo de 2022, en el mismo periodo de 2023 se quedó en «sólo» un 40%.
Para corregir esta situación y estimular una economía en plena desaceleración, el Ministerio de Comercio de China ha reintroducido los subsidios a la compra de coches eléctricos. Hasta 2025, los modelos con precios de hasta 38.140 euros podrán beneficiarse de ellos, mientras que entre 2026 y 2027 el umbral se rebajará a 19.000 euros.
En total, el gobierno de la superpotencia asiática destinará 520.000 millones de yuanes a este programa (más de 66.100 millones de euros al cambio). A pesar de todo, algunos expertos advierten de que esta medida podría ser insuficiente para conseguir que los coches eléctricos mejoren su penetración en el mercado.
La infraestructura de carga sigue siendo un problema
De acuerdo con Craig Zeng, director financiero de Autohome, cargar este tipo de automóviles sigue siendo relativamente problemático en China debido al diseño de sus áreas residenciales, que no cuentan con demasiados aparcamientos privados; además, los que hay tienen un límite en la cantidad de cargadores instalables.
«Después de que mucha gente compre un automóvil, el problema de cargarlo se volverá gradualmente más evidente». Esto podría dificultar la adopción masiva de coches eléctricos, algo que el gobierno tratará de corregir en los próximos años. Si bien en las áreas urbanas centrales las estaciones de carga ofrecen la misma cobertura que las gasolineras, más del 70% de los cargadores rápidos de acceso público se concentran en diez provincias; es decir, un tercio del país.
Según un informe llevado a cabo por la Agencia Internacional de la Energía, «el crecimiento en las ventas de vehículos eléctricos solo puede sostenerse si la demanda de carga se satisface con una infraestructura accesible y asequible, ya sea a través de la carga privada en los hogares o en el trabajo, o de estaciones de carga de acceso público».
Fuente | Motor.es
