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El desguace innecesario de coches eléctricos tras un accidente tiene los días contados gracias a los nuevos sensores

En la actualidad, el mercado del coche eléctrico tiene un problema de fondo bastante preocupante para los propietarios. Y es que en caso de accidente, aunque no se haya certificado el daño a la batería, las aseguradoras solucionan con brocha gorda indicando el siniestro total. Incluso en algunos casos de choques leves. Un grave perjuicio para los usuarios, pero también para las propias aseguradoras, que pueden ver como el valor del vehículo de evapora para unos, y los costes se disparan para los otros.

Para solucionarlo, la empresa británica Metis Engineering, ha anunciado el desarrollo de un sensor para medir el estado de las baterías de los coches eléctricos. Una solución que permitirá a las aseguradoras evaluar correctamente los daños del vehículo tras un accidente, y evitar el desguace innecesario del automóvil con el impacto ambiental y económico que eso supone.

El problema es que en la actualidad, la falta de sistemas de verificación, principalmente por la desidia de los fabricantes, provoca que incluso en un accidente leve el coche sea declarado siniestro.

Algo que no sólo eleva el coste para la aseguradora, reduce la indemnización para el cliente que se queda sin vehículo, sino que además supone un incremento de las primas de los asegurados. Factores que tienen un impacto directo en el interés de estos clientes en el coche eléctrico para su siguiente compra.

El director ejecutivo de Metis Engineering, Joe Holdsworth, ha indicado durante la presentación de su solución además de detectar la fuga térmica, también añade un sensor de aceleración. Algo que le permite por ejemplo detectar la duración y la gravedad de un choque, incluso cuando el vehículo está detenido.

El sensor también verifica la circulación de aire, ya que una batería dañada puede perder gas y provocar una explosión.

Con un tamaño de una caja de cerillas, este sistema está siendo desarrollado con la colaboración de 160 fabricantes de vehículos y fabricantes de baterías. Incluso ya hay una compañía de seguros que lo está testando entre sus clientes para comprender de una forma más directa su funcionamiento y el potencial que tiene para esta aplicación.

El grave problema del coche eléctrico que no te están contando y que está encareciendo los seguros

Pero las aplicaciones de este ingenio van mucho más allá, y además de medir el estado de la batería después de un accidente, este también puede ofrecer resultados de sus análisis durante la vida útil de la batería durante su uso.

De esa forma, los clientes que quieran adquirir el coche en el mercado de ocasión, podrán acceder a una información precisa sobre la salud de la propia batería.

Un aspecto que ayudará a mejorar la confianza de los consumidores en los coches eléctricos de segunda mano, que podrán convertirse en una alternativa incluso más fiable gracias a la transparencia de sus datos.

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