Thomas Schäfer, CEO de la marca Volkswagen, ha hecho saber a los gerentes de la compañía alemana que se avecinan tiempos difíciles. Durante una reunión interna, el ejecutivo llegó a afirmar que «el techo está en llamas», pues a pesar de sus ingentes inversiones para convertirse en un fabricante de coches eléctricos líder, los resultados no están acompañando.
Aunque en Estados Unidos las ventas de su gama eléctrica avanzan a buen ritmo, con las entregas del ID.4 cuadriplicándose durante el segundo trimestre respecto al mismo periodo del año pasado, en China y Europa la demanda está siendo mucho más débil de lo esperado, algo que preocupa y mucho a la dirección de la empresa.
Schäfer dice abiertamente que los próximos meses serán «muy difíciles», motivo por el que se buscará una reducción de costes masiva de 10.000 millones de euros en tres años. «Estamos dejando que los costes sean demasiado altos en muchas áreas. Nuestras estructuras y procesos aún son demasiado complejos, lentos e inflexibles».
El directivo ha pedido que se congelen los gastos de inmediato para compensar las fuertes inversiones en electrificación. Recordemos que, a día de hoy, el margen de beneficio de Volkswagen es uno de los más bajos de la industria, quedando lejos ya no sólo de Tesla, sino también de otros fabricantes tradicionales como Stellantis.
Volkswagen deposita sus esperanzas en las plataformas MEB Entry y SSP
Debido a esto, la firma de Wolfsburgo apenas tiene margen de maniobra para reducir las tarifas de su gama eléctrica, que corre el riesgo de ir perdiendo atractivo y competitividad frente a los grupos chinos y a la propia Tesla, cuya guerra de precios ha golpeado la línea de flotación del gigante germano.
Todas las esperanzas de Volkswagen están depositadas en dos nuevos desarrollos: las plataformas MEB Entry y SSP. La primera de ellas servirá como base para el nuevo ID.2, un utilitario de aproximadamente 4 metros de largo que verá la luz en 2025 con un precio de partida de unos 25.000 euros antes de ayudas.
La segunda será una arquitectura de nueva generación que se caracterizará por su enorme flexibilidad, siendo la encargada de reemplazar a las MEB y PPE. Dado que se empleará en toda clase de vehículos eléctricos, desde pequeños urbanos asequibles hasta grandes SUV de lujo, permitirá llevar a cabo importantes economías de escala. Su debut está previsto para el año 2026.
Fuente | Wards Auto
