Aunque llevamos ya unos años esperando el gran salto adelante de las baterías con electrolito sólido, este parece que se hace de rogar. Algunos se han marcado 2025 como objetivo, mientras que otros lo hacen en 2027. Pero el resultado será un tipo de baterías de mayor densidad energética, que para marcas como Honda supondrán un punto de inflexión en varios aspectos.
Durante su presencia en el Monterey Car Week, los ejecutivos de Honda comentaros a los medios presentes que su objetivo es reducir el peso de la batería a la mitad mediante el uso de las baterías con electrolito sólido. Y todo sin sacrificar autonomía.
Según Jay Joseph , dijo el vicepresidente de sostenibilidad y desarrollo comercial de Honda América. «El pensamiento convencional ha sido que si a la gente le preocupa la autonomía del vehículo, entonces la respuesta es ponerle más baterías. Y, por supuesto, eso te mete en esta espiral de coste, peso y retorno dimensional. En algún momento, más batería no ayuda«.
La respuesta de Honda para mejorar la autonomía de los coches eléctricos no es aumentar el tamaño de la batería, sino reducir el peso y acelerar los tiempos de carga. Las baterías con electrolito sólido tienen la capacidad de cargarse más rápido que las de iones de litio convencionales, en parte debido a su mayor estabilidad térmica.
Para Honda, el resultado será un tipo de batería que permitirá ofrecer la misma autonomía en la mitad de espacio. Algo que se traducirá en duplicar la densidad energética.
Esto abre muchas posibilidades en ambas direcciones. Tanto para arriba, diseñando coches con todavía más autonomía, modelos con 80 o 100 kWh y más de 1.000 km reales de alcance, como también coches más pequeños, que se beneficien del menor peso y menor espacio de los nuevos packs. Algo que se debería traducir en coches más económicos.
Desde Honda también se ha puesto la mirada en un aspecto pocas veces tratado cuando hablamos del electrolito sólido. Su menor tiempo de fabricación. Las baterías típicas de litio cuentan con sus electrolitos líquidos, que requieren largos y complejos procesos de producción y de carga antes de poder colocarlas en los vehículos.
Por su parte, las celdas de estado sólido no necesitan tales preparaciones y pueden fabricarse más rápidamente, lo que según Honda, también podría hacerlas más baratas. Sin embargo, las instalaciones de fabricación tendrían que cambiar para poder producir baterías de estado sólido, y eso conlleva sus propios gastos.
Honda se encuentra actualmente en la etapa de prueba de un prototipo dotado de sus baterías con electrolito sólido, y espera poder comenzar su producción piloto el próximo año.
Queda ahora por ver cuál será la estrategia de Honda. Si apostar por más vehículos pero con baterías más pequeñas, o por lo contrario, lanzarse a por los grandes SUV y berlinas, con grandes packs y autonomías, bastante más rentables, pero con menor volumen de ventas.
Y es que como hemos visto, aunque sobre el papel la producción del electrolito sólido es más sencilla y económica, levantar las líneas de producción nuevas y específicas requerirá grandes sumas de dinero. Algo que tendrá su efecto en la primera generación que posiblemente tenga un coste por kWh muy superior a las celdas de litio actuales.
Pero el potencial es evidente, y el electrolito sólido puede ser el ariete que abra las puertas de sectores intensivos, como la aviación, donde la densidad energética, el peso, y la seguridad, son tres factores fundamentales para lograr convencer a los operadores a apostar por la tecnología.
