Tesla ha apostado muy fuerte desde el primer momento por la conducción autónoma, como una parte futura fundamental de su ecosistema. Una tecnología que quiere revolucionar la forma en la que nos movemos, y que cada vez es más compleja, efectiva, y cara. Pero tampoco está exenta de errores, como el que ha cometido el coche que el propio Elon Musk estaba probando.
El pequeño incidente se ha producido cuando el propio Elon Musk estaba realizando una transmisión en directo en X, la antigua Twitter, donde mostraba el funcionamiento de lo que parece un Tesla Model S, dotado de la última versión del sistema de conducción autónoma plena. La versión 12.
El test se ha realizado por las congestionadas y complejas calles de San Francisco, por donde esta unidad ha circulado sin demasiados problemas a pesar de las dificultades que presentaba el tráfico de la ciudad.
Después de circular por una zona de obras, aproximadamente en el minuto 1:45, el coche se desplaza por el carril equivocado. Pronto corrige automáticamente la situación, pero Musk tiene suerte de que no viniese ningún coche de frente que hiciera que ese error fuera potencialmente más peligroso
Pero en una intersección, la cosa se torció. Y es que en pleno directo, el coche ha confundido la apertura del semáforo de su carril con la del carril a su izquierda, y decidió reanudar su marcha cuando estaban pasado los coches que venían de frente.
Esto ha hecho reaccionar al propio Musk, que ha tenido que pisar el freno e intervenir para evitar cualquier riesgo.
Curiosamente, unos minutos antes de este imprevisto, Musk había estado hablando con su pasajero sobre las estadísticas sobre lo raro que es que los conductores humanos se detienen ante las señales de parada o los semáforos en rojo.
Pero como vemos, aunque la tasa de errores sea mucho menor que la de un humano, el sistema de Tesla todavía tiene recorrido por delante para solventar ciertas situaciones donde la IA todavía tiene que afinar sus respuestas.
Por suerte, esta versión 12 todavía no ha sido liberada, y Tesla podrá realizar los cambios necesarios para mejorar su rendimiento antes de su publicación. Un sistema que como recordamos, tiene un precio de 12.000 dólares en Estados Unidos, después de la reciente rebaja desde los anteriores 15.00 dólares.
También merece la pena señalar la forma en la que se ha realizado la emisión. Y es que ha sido el propio Elon Musk el que la ha realizado con su móvil en la mano. Algo que es ilegal también en California, donde ha tenido lugar la prueba.
