La semana pasada, la presentación del nuevo Citroën ë-C3 acaparó buena parte de los titulares de la prensa del motor. El renovado utilitario francés, que en su cuarta generación se ha transformado en un crossover eléctrico de bajo coste, sorprendió a propios y extraños con un competitivo precio de partida de apenas 23.800 euros antes de ayudas.
El Citroën ë-C3 se basa en la plataforma Smart Car del grupo Stellantis. Equipa un motor de 113 CV (83 kW) y una batería LFP (litio-ferrofosfato) de 44 kWh de capacidad, suficiente para anunciar una autonomía de 320 km WLTP. En cuanto a la carga, llega a un pico de 100 kW en corriente continua, tardando 26 minutos en pasar del 20 al 80%.
La firma gala ha anunciado que en 2025 la oferta se ampliará con la llegada de una variante todavía más asequible. Este modelo, que ofrecerá un alcance oficial de unos 200 km, costará en nuestro país 20.490 euros antes de ayudas, entrando de lleno en el terreno del Dacia Spring. A diferencia de este último, que procede de China, el Citroën se producirá en Europa (concretamente en Eslovaquia).
Un portavoz de la compañía ha confirmado a la prensa francesa que el modelo de acceso será «un poco menos potente». De acuerdo con las informaciones manejadas por L’Argus, debería rondar los 80 CV. Por lo tanto, no se tratará de una propuesta tan básica como el ë-C3 vendido en India, que se conforma con apenas 57 CV.
El Citroën ë-C3 más económico de la gama estará enfocado a un uso urbano
Su batería en cambio sí que podría resultar bastante similar a la del modelo para mercados emergentes, que monta un pack de 29,2 kWh. Los tiempos de carga posiblemente sean algo menos competitivos que los del ë-C3 de 44 kWh.
«Hoy en día, alrededor del 90% de los usos son de menos de 100 kilómetros diarios», explica Thierry Blanchard, director de proyecto del nuevo C3. «En el segmento B, el 50% de los clientes son clientes multimotorizados». Esto significa que la mitad de los compradores tiene como mínimo otro automóvil en casa; dicho de otra forma, el ë-C3 desempeñará en muchos casos el papel de segundo vehículo de la unidad familiar.
Según los datos recogidos por Mobility Atlas, un francés recorre de media 57 km al día, por lo que el alcance ofrecido por el modelo de acceso sería más que suficiente para cubrir las necesidades diarias del grueso de la clientela.
Fuente | L’Argus
