Llega el invierno, y con él muchos agoreros que sin conocer ni un solo dato, se lanzan a las redes y a las conversaciones abanderando cuestiones anti coche eléctrico. Una de las más populares en estas épocas de frío es qué pasará si te quedas atrapado en un atasco en medio de una tormenta con tu coche eléctrico.
El miedo a morir de frío es bastante infundado, y para ello podemos echar mano de estudios como el realizado por el club de automóvil de Alemania, ADAC, que aprovechando la llegada del frío inverno ha querido arrojar algo de luz a un apartado muy afectado por la ignorancia.
Las pruebas del ADAC han demostrado que los coches eléctricos necesitan entre 1,5 y 2 kW de potencia para calentar constantemente el interior a 20 grados cuando la temperatura exterior es de 10 grados bajo cero.
Con estos datos, el ADAC estima que en un atasco donde estemos atrapados 12 horas, un escenario extremadamente raro y que por ejemplo se ha producido en 2021 en Madrid por el paso de la tormenta Filomena, podríamos esperar un consumo de entre 18 a 24 kWh para poder estar en el interior con ropa ligera.
Esto supone que incluso en los escenarios más extremos, un coche eléctrico medio actual, con unos 50 kWh, podría estar más de 12 horas climatizando el interior incluso aunque la carga de su batería esté al 50% en el momento del colapso de la vía.
Eso sin poner en marcha medidas de ahorro energético, como el modo ECO, o echar mano de alternativas como el uso de los sistemas de calefacción directa, como los asientos calefactables, que pueden ofrecer un rendimiento energético mejor.
Según el ADAC, esta situación también afecta a los coches con motor de combustión, y es que los motores de gasolina y diésel necesitan entre 1 y 1,5 litros de combustible por hora cuando están parados. Por lo tanto, un depósito medio, unos 55 litros, podrá aguantar unas 18 horas si vamos con el depósito al 50%.
La conclusión es que los datos muestran que no hay motivo para preocuparse por los atascos en invierno.
A muchos conductores de los coches eléctricos también les preocupa la reducción de la autonomía en invierno. Un aspecto con más simbolismo que problema real, ya que la mayor parte de los usuarios raramente necesita la autonomía completa en la mayor parte de sus desplazamientos. Y además, siempre se pueden aplicar técnicas de ahorro para compensar el mayor consumo en los meses más fríos.
Acciones básicas como aparcar el vehículo en una zona resguardada, pre-climatizar el interior antes de salir y cuando el coche está todavía conectado a la toma de corriente, usar los sistemas de calefacción directos, asientos o volante, y moderar la velocidad y la aceleración, todo ello nos permitirá reducir el gasto energético y compensar el impacto de las bajas temperaturas.
Fuente | ADAC
