Los avances en el campo de la movilidad eléctrica no dejan de sucederse con el paso de los años. El segmento de las bicicletas eléctricas alberga un sinfín de nuevas soluciones que las hacen cada vez más atractivas, eficientes y baratas.
Esa es la tendencia que debería marcar el mercado en los próximos años, según vayan reduciéndose los costes de fabricación y la accesibilidad sea mucho mayor. Estas eBikes son cada vez más populares en las ciudades, impulsadas normalmente por motores eléctricos que son alimentados a su vez por baterías de litio.
Sin embargo, hay una alternativa a estas que algunos fabricantes (de momento, muy pocos) ya están empleando y con buenos resultados. Hablamos de los supercondensadores, o condensadores eléctricos de doble capa: una tecnología que no se puede considerar novedosa, ya que tiene numerosas aplicaciones industriales en los últimos años, incluida la competición automovilística…. pero sí en el campo de las bicicletas eléctricas.
Las baterías de iones de litio destacan por su gran eficiencia energética. En comparación con los supercondensadores, presentan una mayor densidad, lo que se traduce en unas autonomías eléctricas mucho mayores.
Los supercondensandores presentan otro buen puñado de ventajas que las hacen igualmente atractivas: se cargan y descargan rápidamente, permiten liberar mucha energía de golpe, se recargan mucho más rápido gracias al freno regenerativo o mediante el pedaleo y permite unos ciclos de carga muy superiores. Además, su fabricación en aluminio y carbón es mucho más barata y emplea menos metales raros, por lo que se reduce su impacto medioambiental.
Ostrichoo, una marca que apuesta de lleno por los supercondensadores
En el caso de la marca holandesa Ostrichoo, sus bicicletas eléctricas dotadas de supercondensadores presumen de un ciclo de carga de 2.200, lo que aumenta su durabilidad en casi el doble respecto a las eBikes que funcionan con baterías de litio.
Eso sí, a cambio presentan una autonomía menor: las bicicletas holandesas tienen una media de entre 70 y 80 kilómetros. Sin embargo, utilizando un cargador de 7-9 amperios, pueden recuperar el 80% de su capacidad en apenas 8 minutos y cargarse completamente en menos de media hora.
Pi-POP, una bicicleta eléctrica de 2.450 euros sin batería (pero con supercondensadores)
Anod, en Francia, es otra marca que apuesta por los supercondensadores. En el caso de Ostrichoo, cuenta actualmente con una gama de 5 modelos eléctricos con este tipo de tecnología, a precios realmente competitivos frente a sus rivales de batería: entre los 1.200 y los 3.200 euros. Eso sí, estas bicicletas eléctricas tan especiales solo las vende Ostrichoo en el mercado neerlandés y belga.
Fuente | Ostrichoo
