El mercado chino, el principal en cuanto a ventas a nivel mundial, está girando mucho más rápido hacia el coche eléctrico de lo que esperaban los fabricantes tradicionales. Algo que está provocando que las cifras de ventas no paren de caer, con mínimos históricos. Y con una tendencia muy negativa que hará empeorar las cosas en los próximos meses.
Un ejemplo de esto lo encontramos en los números de Volkswagen, principal fabricante en China, donde matricula unos 3 millones de coches cada año. Pero a pesar de que el mercado está creciendo, un 20% más ventas el pasado mes de noviembre, Volkswagen acumula en los tres primeros trimestres sus peores cifras de ventas en China desde 2012.
No es el único grupo que está sufriendo un cambio de paradigma de los clientes chinos, que están viendo a sus marcas locales con otros ojos en esta nueva era donde la electricidad es la fuerza ascendente, y donde las limitaciones de matriculación de coches de combustión en las grandes ciudades empuja a muchos a los eléctricos como solución más lógica.
Nissan también camina hacia sus peores cifras desde 2009. Mismo hito que Hyundai, que también ha visto como sus ventas se han desplomado este año. Toyota por su parte resiste como buenamente puede, siendo este año un ejercicio donde matricularán menos coches que en 2020, año de la pandemia.
Una de sus divisiones, Lexus, también está sufriendo de forma muy notable el ascenso de sus rivales chinos en los segmentos premium, con marcas como NIO, Denza, Zeekr, y muchas más, que han causado un fuerte impacto en unas ventas de la marca japonesa que acumulan una caída del 30% este año.
Entre las razones de estas cifras es el trasvase de ventas que está siendo absorbido por marcas como BYD. El fabricante chino ha pasado de 1 millón de coches en 2022, a rondar los entre 2.5 y 3 millones este 2023.
Unas cifras de por si muy llamativas, y que le permitirán superar las 1.8 millones de unidades de Toyota, pero que además suponen hacerse con el 30% de las ventas de coches de nueva energía (NEV) que incluyen eléctricos puros e híbridos enchufables.
El principal problema para las marcas tradicionales, es que uno de sus principales refugios, su valor de marca, se está diluyendo rápidamente. Y como ejemplo, además de la evolución de las ventas, podemos ver como una encuesta realizada por la consultora norteamericana Bernstein, con entrevistas a 1.500 usuarios, indicaba que las marcas más populares ahora mismo son BYD, Tesla y NIO.
Una tendencia que tiene mayor incidencia cuanta más baja es la edad del comprador, con unas nuevas generaciones que ignoran casi totalmente la cuestión del prestigio de marca.
Una influencia de las marcas chinas que ahora se está extendiendo poco a poco fuera de sus fronteras, y que es cuestión de tiempo que logren replicar su éxito también en mercados tan exigentes como el de Europa.
