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Honda no pierde la fe en el hidrógeno y pone una fecha realista para su consolidación en los turismos

Si la tecnología y las ventas de coches eléctricos no deja de crecer con el paso de los años, con un aumento del 55% a nivel mundial en 2023, la de la pila de combustible de hidrógeno sigue una tendencia bien diferente. El año pasado, de los 10 millones de coches eléctricos vendidos en todo el mundo, tan solo el 0,2% estaban alimentados por hidrógeno: apenas se llegó a las 20.000 unidades, un 9,6% menos que en 2022.

Honda es una de las pocas marcas generalistas que en los últimos años ha apostado por esta tecnología. En 2008 se lanzó con el FCX Clarity, con un éxito muy limitado, mientras que en 2017 lanzó una segunda generación y para el 2024 se espera un CR-V FCEV para Japón y Estados Unidos. Nadie duda de los esfuerzos de la marca nipona con el hidrógeno, esfuerzos que, sin embargo, están obteniendo pobres resultados.

Y es que la tecnología de pila de combustible sigue chocándose de frente con unos obstáculos que no es capaz de superar: el elevado coste de los vehículos y la escasísima infraestructura de repostaje son las dos principales dificultades a día de hoy para este tipo de vehículos, cuyos modelos de producción generalista se podrían contar con los dedos de las manos.

La visión de Honda con la pila de combustible de hidrógeno va más allá de su uso en turismos.

Honda se resiste a renunciar y predice una «nueva era»

La apuesta de Honda por la pila de combustible no va en detrimento de sus esfuerzos, como el resto de marcas, por electrificarse. Es más, la propia marca japonesa tiene claro que, a día de hoy, la «era de los vehículos eléctricos de batería» es lo que prima y la que manda. Sin embargo, con vistas al medio y largo plazo, Honda no renuncia al hidrógeno.

En declaraciones para el medio británico Autocar, el líder de electrificación en Honda, Inoue Katsushi, así lo ha mostrado: «Lo que tengo en mente es que la era de los vehículos eléctricos es lo primero, y la siguiente fase son los coches de pila de combustible».

Honda cree que la pila de combustible tendrá que decir mucho en el futuro en el mercado de turismo, más allá de otras aplicaciones industriales y en el transporte pesado. Eso sí, recalcamos: en el futuro. «La era de la pila de combustible podría llevar algo más de tiempo».

Según las estimaciones de Katsushi, el 2040 es una fecha más realista que el 2030. Para ese año, en menos de dos décadas, Honda tiene claro que el 100% de sus ventas serán vehículos cero emisiones, pero no cómo se repartirán el pastel entre los vehículos de batería y los de hidrógeno.

Hasta entonces, al igual que están haciendo otros fabricantes como Toyota o, sin ir más lejos, Mercedes, es centrar los esfuerzos en desarrolla la tecnología de pila de combustible en el mercado de los vehículos industriales y en el sector industrial.  En este sentido, Honda ya trabaja con Isuzu en un prototipo de camión de pila de combustible, el Giga Fuel Cell, que debería llegar al mercado en 2027. Con Mitsubishi y la empresa química Tokuyama Corporation lanzará un proyecto para reutilizar pilas de combustible recuperadas en centrales eléctricas.

Nuevos estudios confirman que las ventas de vehículos a hidrógeno serán residuales en 2040

«Nuestra pila de combustible de próxima generación es lo suficientemente competitiva», aseguran desde Honda. «El negocio de las pilas de combustible llegará primero a los vehículos comerciales, ya hemos comenzado en China y algunos otros países. Luego llegará a los vehículos de pasajeros, pero más tarde, ahora no», remata Katsushi.

Fuente | Autocar

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