Lutz Meschke, director financiero de Porsche, advierte de que los planes de la Unión Europea para prohibir la venta de automóviles nuevos con motor de combustión interna a partir de 2035 podrían posponerse. «Actualmente se está debatiendo mucho sobre el fin del motor de combustión interna. Creo que podría retrasarse».
Todo apunta a que, dependiendo de los resultados electorales de los próximos comicios europeos (que se celebrarán en junio), el Partido Popular Europeo podría modificar la legislación en alianza con la extrema derecha para tumbar una de las medidas más ambiciosas y polémicas del Pacto Verde, que tantos ríos de tinta ha hecho correr en los últimos meses.
Los analistas predicen que en 2024 las ventas de coches eléctricos se estancarán debido a la falta de infraestructura de carga, a los elevados precios de este tipo de vehículos y a la reducción de los incentivos estatales en algunos mercados estratégicos. De acuerdo con Meschke, suprimir los subsidios en los segmentos de volumen es un error garrafal.
En su opinión, el regreso de las ayudas dependerá en gran medida de la curva de crecimiento de la demanda en los próximos años. De mantenerse la situación actual, las autoridades de países como Alemania tendrán que reintroducirlas, ya que las ventas de los modelos eléctricos todavía dependen en gran medida de ellas.
El PPE podría revertir la actual legislación climática
Como ya informaba mi compañero Adrián hace unos días, la filtración del manifiesto electoral del Partido Popular Europeo ha encendido todas las alarmas. El documento, al que ha tenido acceso el medio Euroactiv.com, señala sin tapujos que el grupo rechaza «una política de prohibición, como la prohibición de los motores de combustión, y la revisaremos lo antes posible».
En plena expansión internacional de las marcas chinas, que han hecho del coche eléctrico su caballo de batalla, la ausencia de un marco legal claro que permita a los fabricantes europeos concentrar sus inversiones en esta tecnología podría dejar a la industria del viejo continente en una situación de extrema vulnerabilidad.
Diferentes grupos ecologistas han defendido la prohibición de los motores de combustión interna como una de las formas más eficaces de acelerar la descarbonización de Europa y luchar contra el cambio climático, cuyos efectos ya están comenzando a hacerse palpables para el grueso de la población, no sólo para científicos y expertos en la materia.
Fuente | Automotive News Europe
