Desde China nos llega una aplicación más para la tecnología eléctrica. Acostumbrados a los coches, a las motos, a las bicicletas o a los patinetes, no cabe duda que la electrificación quiere llegar a todos los campos. Cyrusher ya sorprendió a todos presentando su tabla de surf eléctrica, y ahora nos presenta la Ripple, la primera tabla de snowboard eléctrica del mundo.
Quédate para conocer todos los detalles técnicos y no te pierdas ni las fotos ni el vídeo de la marca, porque esta tabla de snowboard tiene detalles que te sorprenderán. ¿Cómo traslada un motor eléctrico la fuerza a la pista de nieve para impulsar al «rider»? Pues con una rueda.
Un agujero en la parte trasera de la tabla está ocupado por una rueda con púas que lleva los 3 kW del motor eléctrico a la nieve. La Cyrusher Ripple promete emociones fuertes bajando las pistas, pero también para moverse «campo a través» e incluso subir pendientes de hasta el 20%.
La batería no está instalada en la propia tabla, sino que se tiene que llevar en una mochila y se conecta a la tabla mediante un cable. Esta batería tiene una forma bastante grande y cuadrada, con una capacidad de 630 Wh que permite alcanzar unos 15-20 kilómetros de autonomía, a una velocidad de hasta 30 km/h.
Y aunque la tabla no lleve la batería instalada, el peso de la Cyrusher Ripple en su conjunto alcanza los 15 kg, casi como una eBike. Un dato bastante destacado (y elevado) para una tabla de snowboard, que puede rondar los 3 kg. Pero además, agrupando la gran parte de eso peso en la parte trasera.
Tiene una longitud de 156 cm y es apto para «riders» de entre 1,60 y 1,90 metro de altura. De tipo cámber, está construida con un material compuesto, núcleo de madera, fibra de vidrio y carbono, admitiendo una carga máxima de 113 kg. Para manejar la parte eléctrica, se dispone de un controlador con gatillo manual para acelerar y frenar, y con una pantalla incorporada para ir viendo la velocidad y el estado de la batería.
SKWHEEL ONE, el primer ‘esquí’ eléctrico del mundo que redefine la forma de moverse por la ciudad
¿Qué te parece? Lo cierto es que es una apuesta atrevida y que veremos si tiene respuesta por parte de otros fabricantes. Los que ya la han probado aseguran que la Cyrusher Ripple funciona mejor en condiciones de nieve compacta, y no tanto cuando la nieve está húmeda o es nieve polvo, cuando la rueda no proporciona la suficiente tracción. El hecho de que incluso pueda subir pendientes es un añadido extra que abre su abanico de uso, quizás más para dar «paseos» en tabla eléctrica que para lanzarse por las pistas negras de una pista de ski.
Su precio es de 2.927 euros, aunque incorporando a la mochila una segunda batería el coste se eleva hasta los 3.700 euros.
