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Ahora no Permitir

Algunos clientes se llevarán un Fisker Ocean gratis por el caos dentro de la empresa

Desde hace unos días estamos escuchando rumores de que el final se acerca para una de las startups de coches eléctricos. Fisker. Y es que pasar del papel a la realidad es mucho más difícil de lo que muchos piensan, y en esta ocasión todo apunta a que estamos a las puertas de nueva quiebra.

Pero dentro del proceso de más que probable bancarrota de Fisker estamos conociendo algunos detalles que nos indican el nivel de descontrol y mala gestión que ha tenido la marca americana, con historias que parecen sacadas de una película de humor.

La situación tiene su origen en el despido de cientos de trabajadores por parte de una Fisker que no tiene liquidez. Algo que se suma a la parada de la producción del Ocean en la planta de Magna en Austria. 

El problema es que los empleados despedidos, muchos de ellos eran los encargados de gestionar las ventas de los coches y cobrar los pagos. Y al marcharse precipitadamente, han quedado cientos de expedientes sin que nadie los revise ni gestiones.

El resultado es que hay clientes que han adquirido el vehículo, lo han recibido, pero el fabricante no ha realizado el cobro del mismo. Por lo que salvo que haya novedad, estos afortunados propietarios podrían quedarse con su Fisker Ocean sin tener que pagarlo.

Para conocer el alcance de este desastre, el consejo de administración de Fisker pidió a los responsables de la marca que presentara cifras precisas sobre sus ventas, en particular para elaborar un informe financiero anual de la empresa. Pero en la mayoría de los casos el fabricante no pudo proporcionar documentación solicitada.

Según fuentes internas, hay un agujero en la gestión del negocio desde el punto de vista administrativo, e incluso no se ha presentado el informe correspondiente al 2023.

Desde Fisker se ha respondido oficialmente que estaba “ luchando ” con sus propios informes financieros. Esto se debe a una «escasez de empleados con las habilidades necesarias para analizar datos con precisión«.

Esto ha llevado incluso a que Fisker no haya gestionado la matriculación de cientos de unidades en Estados Unidos, con unos clientes que se han quedado a la espera durante semanas para ver si podían circular legalmente con sus vehículos.

Señales altas y claras que nos indican que salvo sorpresa de última hora, en cuestión de días o semanas veremos como, otra vez, Fisker desaparece del mapa.

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