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Tesla ofrece cambiar la batería NCM por una LFP a los propietarios de un Model 3 en garantía ¿Es buena idea?

Esta semana, algunos propietarios del Tesla Model 3 con problemas en sus baterías, y dentro del periodo de garantía, han recibido un correo de la marca que les indica la posibilidad de seleccionar entre dos opciones. Cambiar la batería por una de la misma química, u optar por un pack LFP.

La primera mantiene la misma configuración y ha sido fabricada también por Panasonic, mientras que la segunda apuesta por las robustas y económicas celdas de BYD, que usan una química de litio-ferrofosfato.

Por un lado tenemos el pack original, que es algo más ligero y que tiene entre sus principales ventajas el ofrecer una mejor aceleración al coche. Entre las desventajas, una teórica menor vida útil y la mayor limitación a la hora de hacer cargas al 100%.

También está el hándicap de que para acceder a este pack, los clientes tienen que afrontar una esperar de al menos dos semanas hasta recibir la nueva batería.

En el otro lado está el pack LFP. Este ofrece ventajas como una mayor vida útil, y la posibilidad de poder ser cargado al 100% de forma habitual sin que esto afecte a su capacidad a largo plazo. También que su autonomía es ligeramente mayor, y su disponibilidad es inmediata.

En la parte negativa añadir la parte del peso, y una reducción de la aceleración en 0.5 segundos hasta los 100 km/h, y la necesidad de hacer precisamente de vez en cuando una carga al 100% para que el sistema que estima la autonomía tenga más precisión.

En cuanto al peso, Tesla ha indicado a sus clientes que actualizará las suspensiones y realizará una alineación de los neumáticos.

En el caso de las baterías LFP, el mayor hándicap puede estar un poco escondido, y es la cuestión de la potencia de carga.

Como recordamos, Tesla utiliza las celdas Blade de BYD. Las mismas que vemos en el BYD Seal por ejemplo. La cuestión es que en el Seal, la potencia de carga máxima se ha limitado a unos 120 kW. Eso en una batería con 82 kWh de capacidad.

Por su parte, el pack de Tesla llega a los 60 kWh brutos, pero es capaz de acceder a potencias pico de recarga de 180 kW. 

Podemos ver la comparativa en el gráfico inferior, que nos muestra la curva de carga del BYD Seal de 82 kWh frente al Model Y estándar de 60 kWh.

Esto quiere decir que Tesla somete a mayor estrés a las celdas LFP de lo que lo hace el propio fabricante de las mismas. Algo que puede suponer perder precisamente una de sus principales ventajas, la vida útil, principalmente si usamos habitualmente este tipo de carga.

¿Y tu que harías? ¿Optarías por el pack de Panasonic, o por el LFP de BYD?

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