La semana pasada, Citroën presentó el prototipo Basalt Vision, un adelanto conceptual de su próximo SUV «coupé» de bajo coste para el mercado sudamericano. Este crossover, cuya versión definitiva verá la luz en otoño, es el tercer integrante de la familia C-Cubed, compuesta por los C3 y C3 Aircross globales (que no deben confundirse con sus homólogos europeos).
Asentado sobre la plataforma Smart Car del grupo Stellantis, este modelo servirá como punto de partida para el próximo FIAT Fastback. En un principio, su mecánica no cambiará respecto a los antes mencionados C3 y C3 Aircross, por lo que seguramente cuente con una versión 100% eléctrica.
Por el momento, no está claro si el Basalt llegará a Europa. Sin embargo, puesto que el C3 internacional se venderá en el viejo continente con un profundo restyling (igual que el C3 Aircross, que se renombrará como C4 Aicross en nuestra región), hay muchas probabilidades de que también se adapte a este mercado.
Pero, ¿cómo encajaría dentro de la gama europea de Citroën? Por planteamiento, el Basalt resulta muy similar al C4, que a pesar de encuadrarse en el segmento C (compactos), utiliza una plataforma de segmento B (utilitarios). Concretamente, el C4 hace uso de la arquitectura CMP, que ha servido como base para la Smart Car.
El Citroën Basalt servirá como punto de partida para el próximo FIAT Fastback
Los rumores apuntan a que la firma de los chevrones no está trabajando en una cuarta generación del C4, que próximamente recibirá su facelift de mitad de vida. Dado que el C3 europeo se ha lanzado 2-3 años más tarde que su homólogo para países emergentes, hay margen para desarrollar una versión autóctona del Basalt con la que reemplazar al C4 una vez llegue al final de su ciclo de vida.
Esta teoría coge fuerza si tomamos en consideración que la denominación Basalt se utilizó por primera vez en 1978 para dar nombre a una edición limitada del clásico GS… en cuyo diseño se inspira precisamente el C4 de tercera generación. De hecho, de llegar a las carreteras europeas lo más probable es que el Basalt retome la denominación C4.
Al igual que el nuevo C3 de cuarta generación es un producto más low-cost que su predecesor, el Basalt también tendrá un planteamiento más asequible que el actual C4. De recibir luz verde, su versión eléctrica podría estar disponible con dos baterías LFP (litio-ferrofosfato): la de 42 kWh del ë-C3 y la de 50 kWh de la ë-Berlingo, que posiblemente también se utilice en el ë-C4 Aircross.
