El año pasado, Ford discontinuó uno de sus modelos más icónicos en el mercado europeo, el Fiesta. Como parte de su estrategia de centrarse en la rentabilidad en detrimento del volumen, en 2025 también dejará de producir el Focus, momento en el que su gama en el viejo continente pasará a estar formada exclusivamente por SUV y vehículos comerciales… con excepción del deportivo Mustang.
Este movimiento recuerda al que llevó a cabo a finales de la década pasada en Estados Unidos, donde dejó de vender de forma abrupta los Fiesta, Focus, Fusion, Taurus y C-Max para dar prioridad a sus crossovers. Sin embargo, este enfoque no ha tardado en mostrar sus limitaciones, especialmente en plena transición a la movilidad cero emisiones.
Jim Farley, CEO del fabricante norteamericano, admitía recientemente que lo que el mercado realmente demanda son vehículos eléctricos económicos, un nicho que abordará en su próxima generación de modelos. El directivo hace hincapié en que la asequibilidad se ha convertido en su preocupación número uno. «Creemos que podemos ser rentables con [precios de] 25.000 o 30.000 dólares«.
Aparentemente, esta nueva dirección supondrá el regreso de carrocerías más bajas a partir de 2026, una vez haya desplegado su nueva gama de SUV eléctricos (Puma Gen-E, Explorer, Capri y Mustang Mach-E). Así lo ha confirmado el jefe de la compañía en Europa, Martin Sander, durante una entrevista con el medio británico Autocar.
Ford se encuentra desarrollando una plataforma para coches eléctricos pequeños
Al ser preguntado si Ford seguirá atendiendo en el futuro la demanda de aquellos clientes que no quieran un SUV, el directivo ha respondido con un escueto «creo que sí». Esto abre la puerta a un posible regreso de los Fiesta y Focus, que durante décadas han sido dos de sus principales superventas.
Actualmente, la empresa se encuentra trabajando en una arquitectura eléctrica para coches pequeños; además, también tiene un acuerdo de colaboración con el Grupo Volkswagen que le da acceso a la plataforma MEB, sobre la que se asentarán los Explorer y Capri. Por lo tanto, desde un punto de vista técnico la creación de un Fiesta o un Focus eléctrico es factible.
«Estamos estudiando las oportunidades de llevar los futuros productos globales de Ford a Europa, pero el principio clave de nuestra futura gama para Europa serán productos icónicos y emocionales. No vamos a volver a una carrera por el volumen sólo para alcanzar un determinado output en la factoría o para estar en un segmento donde están otros.
Hay valores que nos han hecho exitosos en los últimos años, como una sólida relación calidad-precio. No vamos a alejarnos de ello. Estos son valores fundamentales que Ford ha tenido a nivel mundial durante muchos años«.
Fuente | Autocar
