Elon Musk ha realizado un viaje relámpago a China, donde ha firmado un acuerdo de colaboración con el gigante tecnológico Baidu que pavimenta el camino para la activación del sistema de conducción autónoma plena (FSD) en China.
La prensa china indica que Musk aterrizó en Pekín, donde se ha reunido con el Primer Ministro de China, Li Qiang, y donde ha cerrado un acuerdo con Baidu. Un requisito fundamental para la puesta en marcha del sistema FSD.
Esto se debe a que en China, para poder activar los sistemas de conducción autónoma avanzados (ADAS) los fabricantes deben acceder a un permiso, o de lo contrario aliarse con alguna empresa que ya disponga de estos. Algo que ha hecho Tesla, que colaborará con el Google chino, Baidu, para la puesta en marcha.
No es la primera vez que Baidu y Tesla colaboran, y desde 2020, la tecnológica ofrece servicios a los coches del fabricante americano en ese mercado, como acceso a los mapas para la navegación y las aplicaciones nativas.
Otro factor que ha favorecido este acuerdo son unas normas que obligan a las empresas a acumular sus datos en los servidores dentro de la propia China, estando prohibido su envío al extranjero.
Si Tesla logra luz verde de las autoridades locales, se podrá enfrentar a otros sistemas ya en marcha, como el XNGP de Xpeng Motors. Un avanzado sistema que ya está en funcionamiento en China, y que está realizando una serie de pruebas para lograr la homologación en Europa, a donde esperan poder llegar en 2025. NIO también es una de las que mayor evolución ha logrado con su conducción autónoma (NOP+).
El objetivo de Tesla es, además de poder ofrecer a sus clientes del gigante asiático su sistema FSD, también poder desplegar sus Robotaxis. Los taxis autónomos que Elon Musk espera sea uno de los pilares económicos para Tesla, y donde la propia Baidu está logrando importantes avances, como el permiso recibido para comenzar a operar una flota de taxis autónomos de Nivel 4 en el aeropuerto de Daixing, Pekín.
Un negocio con un enorme potencial de futuro, donde Tesla quiere hacerse un hueco. Un movimiento que confirmaría la importancia que ha dado Elon Musk a su proyecto de taxis autónomos, que podría suponer una dilatación en los plazos para el lanzamiento del su modelo más económico, el Model 2, que se espera para 2025.
