Medidas desesperadas de una marca en quiebra. Fisker malvende sus coches eléctricos, de 70.000 a ¡2.300 euros!
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Publicado: 04/07/2024 11:08
Tras su declaración en quiebra el mes pasado, por segunda vez en su historia (ya le sucedió en 2013), Fisker sigue dando pasos adelante para saldar sus deudas. Lo último que hemos conocido es que el fabricante estadounidense de coches eléctricos ha solicitado al juez que supervisa este proceso de quiebra una medida a la desesperada.
Sabíamos que Fisker había llegado a un acuerdo con la compañía neoyorkina American Lease justo antes de acogerse al Capítulo 11 de la ley de bancarrotas de Delawere, en Estados Unidos. Ahora, se conocen nuevos detalles de la venta masiva que espera de unidades del Ocean SUV, ahora ya de todo su stock disponible y a unos precios completamente irrisorios. Una medida que permitiría a Fisker ingresar unos 42,6 millones de euros y así poder afrontar el pago de sus deudas.
American Lease quiere llevarse 3.321 Ocean SUV que Fisker tiene a la venta, y la marca ha solicitado al juez poder venderlos con unos descuentos extremos. La compañía de alquiler ha acordado comprar todo este inventario de modelos configurados para Estados Unidos o Canadá: ha accedido a pagar unos 15.300 euros por las unidades en buen estado, que son unos 2.711 coches, y a pagar apenas 2.300 euros por las unidades dañadas.
Una rebaja sideral, teniendo en cuenta que el Fisker Ocean SUV, cuando salió a la venta hace apenas un año, tenía un precio de partida de 70.000 dólares, unos 65.000 euros. Después, su precio más convencional se situaba en los 36.100 euros, aproximadamente, aunque en otra medida desesperada llevada a cabo a principios de año por la marca rebajó ese precio de venta a los 22.200 euros. Luego, sin poner solución al asunto, detuvo su producción en marzo, y ya no volvió a salir adelante nunca más.
Los actuales propietarios, desamparados
Fisker tendrá que esperar ahora a una próxima audiencia el 9 de julio, cuando se sabrá si recibe luz verde para realizar esta venta masiva a la desesperada. Como desesperados están también los actuales propietarios de los Ocean SUV, que llevan meses denunciando problemas de calidad en sus vehículos y graves fallos de seguridad. En vistas de la nula atención recibida por la marca y de la actual situación de quiebra, estos han creado un grupo de afectados y han contratado un bufete de abogados para defenderse.
La solicitud de venta masiva de los Fisker Ocean SUV a American Lease parece ir acompañado de la mano de un posible acuerdo y solución de apoyo para los actuales propietarios, que se ven desprotegidos ante la falta de actualizaciones de software, reposición de piezas y soporte técnico en el futuro. Sobre todo teniendo en cuenta lo avanzados técnicamente que son estos vehículos, que hacen casi imposible que puedan ser llevados a cualquier taller o mecánico si no son los que ofrecen la marca.
La situación es delicada, y aun así el acuerdo propone proporcionar a la compañía neoyorkina todo el código fuente relevante, otros elementos operativos de software y el trabajo de desarrollo ya realizado. Es decir, que American Lease podría recibir las herramientas para poder realizar sus propias actualizaciones de software en el futuro más cercano, mientras que los actuales propietarios de los Ocean SUV se quedan desamparados ante la desatención de la marca en la garantía y mantenimiento de los coches.
Fisker lleva prácticamente dese su regreso con su SUV eléctrico acumulando problemas y fallas, tanto en hardware como en software, que han derivado posteriormente en problemas logísticos. El enfriamiento de la demanda y las altas tasas de financiación han terminado por condenar a la marca, cuyas acciones han perdido prácticamente la totalidad de su valor en el mercado norteamericano y que, sin dinero, ha despedido a gran parte de su plantilla.