El tsunami económico y social que amenaza a Alemania por las bajas ventas de sus coches eléctricos

El tsunami económico y social que amenaza a Alemania por las bajas ventas de sus coches eléctricos
Imagen creada con la IA Dall E

Publicado: 21/08/2024 11:17

En Alemania existe un fuerte temor sobre el futuro de una de sus principales industrias. La automovilística. Y es que las bajas ventas de sus grupos locales, especialmente Volkswagen, muy lejos de sus objetivos, hace temer una debacle económica de la que ya se están empezando a notar los primeros síntomas.

El principal emblema de la industria alemana es la planta de Volkswagen en Zwickau. Una gigantesca instalación que ha sido adaptada para la producción de coches eléctricos, y que contaba con el objetivo de sacar adelante 360.000 unidades al año.

Zwickau debería desempeñar un papel central en la estrategia de transformación del grupo germano. Pero a pesar de todos los esfuerzos, el mercado de los coches eléctricos no está creciendo como estaba previsto, con factores como los altos precios, la interrupción abrupta de las ayudas públicas, y la poca competitividad de los coches alemanes, lo que han provocado un hundimiento de las ventas.

En 2023, la planta de Zwickau sólo ensambló 240.000 coches eléctricos, mucho menos de lo previsto. La demanda no cumplió con las expectativas mientras que los costes de producción continuaron aumentando. Las consecuencias empiezan a notarse, con la eliminación de 1.200 puestos de trabajo temporales, la cancelación del tercer turno, y por primera vez desde la reunificación de Alemania en 1.990, la detención por las noches de las líneas de producción.

La planta de Zwickau ejemplifica los desafíos a los que se enfrentan actualmente tanto Volkswagen como toda la industria automovilística alemana.

Por un lado, se ha apostado por un futuro eléctrico, eliminando la producción de coches con motor de combustión, incluso de híbridos enchufables. Al mismo tiempo se ha hecho lobby para retrasar la entrada en vigor de las nuevas normas de emisiones, y la prohibición de ventas de coches con motor de combustión en 2035. El resultado, las ventas de coches eléctricos no crecen al ritmo esperado, lo que supone una pérdida de competitividad.

Las consecuencias para la región son enormes. Decenas de miles de puestos de trabajo en las empresas de suministro están amenazados, así como también miles de puestos de trabajo indirectos dependientes de la actividad automovilística.

Según el presidente del comité de empresa de Volkswagen, Uwe Kunstmann: «estamos en medio de un tsunami que azota la región«. Kunstmann critica que los intentos anteriores de llamar la atención del gobierno federal sobre la situación no hayan tenido éxito. 

No lo tendrá fácil Volkswagen para lograr encontrar la manera de hacer que sus coches eléctricos sean más competitivos y, al mismo tiempo, asegurar puestos de trabajo en sus fábricas.

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La competencia de China está realizando una presión cada vez mayor, con propuestas más baratas y más competitivas técnicamente. Unos fabricantes asiáticos que ahora ultiman un golpe maestro con sus plantas en Europa, lo que les permitirá aumentar todavía más su economía de escala, reducir costes logísticos y arancelarios, lo que dará como resultado unos precios más bajos y mayores ventas.

Factores que pueden convertir a grandes plantas como Zwickau en un cementerio industrial gigantesco, y un experimento fallido de una decadente industria automovilística alemana.