El desbarajuste de Volkswagen con el coche eléctrico. A favor de las normativas, pero enormes retrasos como Trinity

El desbarajuste de Volkswagen con el coche eléctrico. A favor de las normativas, pero enormes retrasos como Trinity

Publicado: 13/08/2024 10:55

La posición del Grupo Volkswagen con el coche eléctrico puede catalogarse como ambigua. Por un lado, su director ejecutivo, Oliver Blume, ha realizado una entrevista con la prensa alemana en la que pone sobre la mesa que están a favor de la implantación del coche eléctrico, de la fecha de prohibición de ventas con motor de combustión, pero al mismo tiempo pide flexibilidad con la apertura a los combustibles sintéticos. Por el otro, ser confirma que la plataforma SSP se retrasará mucho más de lo previsto.

En la entrevista, el Sr Bume indica que: «Creo que es correcto que la UE siga la hoja de ruta hacia el coche eléctrico en 2035, pero debería incluir otras tecnologías. Los combustibles sintéticos podrían ayudar a hacer algo inmediatamente para la lucha contra el cambio climático, especialmente para los vehículos ya en las carreteras. Sin embargo, desde el punto de vista tecnológico, el rumbo se dirige claramente hacia la movilidad eléctrica

El propio Blume vuelve a poner sobre la mesa el lio que tienen los fabricantes europeos, atrapados entre su nula apuesta por el coche eléctrico, y la imposibilidad de apostar por los combustibles sintéticos. Según el directivo alemán: «Las cantidades disponibles de combustibles sintéticos impiden por sí solas su uso en una amplia gama de vehículos«.

Pero donde está lo realmente importante para los grupos europeos es en la aplicación de las nuevas normas sobre emisiones que entrarán en vigor el próximo año.

Blume considera que los límites más estrictos de CO₂ para las flotas de la UE a partir del próximo año son un «gran obstáculo» para su empresa. «Lucharemos para aumentar la cuota de coches eléctricos«.

El principal problema para Volkswagen es que sus nuevas propuestas de volumen, los modelos situados en el arco de los 25.000 euros, no llegarán hasta 2026. Por lo tanto, el próximo 2025 será un año complicado donde las actuales gamas tendrán que tirar del carro como buenamente puedan para reducir las más que posibles multas de la UE.

Y ahora nuevo retraso de la plataforma SSP

Recreación del Volkswagen Trinity

Uno de los grandes proyecto de Volkswagen era diseñar un modelo bandera que llegaría bajo el nombre de Proyecto Trinity, y que usaría la nueva plataforma SSP (Scalable Systems Platform). Una iniciativa inicialmente prevista para 2026. Pero los retrasos en el desarrollo de la arquitectura, principalmente por los problemas con el software, han ido dilatando la iniciativa.

Ahora, el diario alemán Handelsblatt informa que la arquitectura SSP no comenzará su producción hasta finales de 2028 o principios de 2029, cuando acoja a su primer modelo, la nueva generación del Golf, que será exclusivamente eléctrica.

Por su parte, el Proyecto Trinity tendrá que esperar hasta finales de 2032 para convertirse en realidad. Seis años después de lo inicialmente previsto.

Todo esto arrastrará los planes de puesta en marcha de otros modelos y algunas renovaciones. Es el caso del sucesor del ID.4, que tendrá que esperar hasta finales de 2026, y que lo hará usando una versión adaptada de la actual plataforma MEB. Por su parte, la variante de nueva generación bajo SSP no lo hará hasta 2031.

Las razones de estos cambios de rumbo constantes están en la falta de visión del grupo, con una apuesta inicial muy conservadora en mecánica, software y diseño, pero también en la caída de ventas en mercados clave, como Alemania, que ha provocado un shock en los planes de producción de sus grandes factorías, que tendrán que esperar unos años para volver a recuperar la senda positiva, y que afectará a las inversiones a corto y medio plazo.

Una alfombra roja para sus rivales, principalmente los grupos chinos, que contarán con todavía más tiempo de lo esperado para implantarse en Europa, e incluso podrán poner con tranquilidad sus fábricas en marcha para sortear los aranceles que se vayan sacando de la manga las autoridades comunitarias.