Bruselas presiona a China para que no venda coches eléctricos baratos en Europa

Europa estudia una oferta de China de vender sus coches eléctricos en el continente a unos precios controlados para evitar una competencia demasiado elevada a las marcas locales.

Bruselas presiona a China para que no venda coches eléctricos baratos en Europa
La guerra comercial entre China y Europa abre un nuevo capítulo

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Publicado: 27/09/2024 12:30

Bruselas y Pekín están negociando un acuerdo para minimizar el impacto que pueden tener los aranceles a la entrada de coches eléctricos chinos en Europa. Unas medidas que, según las últimas informaciones, podría incluir un compromiso por parte de China de no vender por debajo de unos determinados precios.

Así lo indica el portal Automotive News, que citando a funcionarios chinos, ha indicado que las negociaciones entre China y Europa podría ir encaminadas a un control de precios que evitaría la comercialización de coches eléctricos del gigante asiático a precios frente a los que los europeos no podrían competir.

Según un portavoz del Ministerio de Comercio de China: «Los equipos técnicos de ambas partes están negociando ahora un plan de compromiso de precios flexible, haciendo todos los esfuerzos posibles para alcanzar un consenso sobre el marco de solución antes de la decisión final de la UE«.

Como recordamos, el pasado 12 de junio, Europa ponía en marcha con carácter de urgencia unos aranceles sobre los coches eléctricos llegados desde China. Unas tarifas que elevaban los impuestos para entrar en la comunidad que van desde el 12 al 38%, adicionales al 10% actual.

Unos aranceles que se han puesto en funcionamiento por las presuntas ayudas ilegales que China habría entregado a sus marcas, y que tendrán que ser ratificados por el Parlamento Europeo el próximo 30 de octubre.

De momento parece que en ciertos sectores de la UE parecen posicionarse en contra de la medida de control de precios propuesta por China, lo que supondrá que los dos bloques tendrán que seguir negociando una fórmula para tratar de evitar, o minimizar, el impacto de los nuevos aranceles que abrirán una guerra comercial de la que Europa puede salir muy dañada.

Opinión

Sin duda, Europa está en un momento crítico atrapado entre las presiones de sus fabricantes para levantar barreras comerciales, y la necesidad de acelerar la transición energética por la enorme dependencia energética externa.

Pero al mismo tiempo, los políticos se han dado cuenta del enorme retraso tecnológico y económico de sus fabricantes, que pueden ser presa fácil para unos grupos chinos que han evolucionado de forma fulgurante en los últimos cuatro años.

El resultado puede ser que los europeos tendrán que seguir pagando precios mucho más elevados por sus coches nuevos debido a la falta de evolución de sus marcas, que se muestran incapaces de ofrecer productos competitivos económicamente sin que ello merme sus enormes márgenes y beneficios a corto plazo.

Pero antes o después, posiblemente en uno o dos años, los grupos chinos tendrán fábricas a plena capacidad en Europa, o en mercado con tratados de libre comercio con la UE, lo que hará prácticamente inútiles las barreras comerciales.

Momento donde la industria europea tendrá que verse cara a cara con la realidad.