La vida útil de las baterías de los coches eléctricos es mucho más larga de lo que muchos pensaban
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Publicado: 02/09/2024 09:30
Durante mucho tiempo, el escepticismo sobre los coches eléctricos se basó en la vida útil potencialmente corta de las baterías. Actualmente se considera un componente especialmente fiable.
Con los coches diésel y gasolina, normalmente y con un mínimo cuidado, se consideraba que cuando llegaban a entre 200.000 y 300.000 kilómetros, alcanzaban su nivel de madurez máximo. El punto donde muchos decidían cambiar el coche porqué las reparaciones eran más caras que el valor del vehículo. Ahora, el coche eléctrico está superando este aspecto donde la fiabilidad se centra en una batería que demuestra que puede lograr alcanzar esas cifras, y superarlas.
Y es que la fiabilidad era uno de los aspectos más valorados por los clientes en la era del motor de combustión. El llegar a su edad madura sin dar muchos problemas. Una fiabilidad que aupó en su momento a los grupos alemanes, y luego a los japoneses, y que ahora está recogiendo el guante la tecnología del coche eléctrico.
Curiosamente, esta fiabilidad del coche eléctrico ha sido uno de sus principales retos en la primera parte de esta era moderna, con miedos y mitos respecto a la presunta baja vida útil de su batería. Su elemento más costoso.
Las baterías y su larga vida útil
Pero según van pasando los años, cada vez tenemos más datos, y además las baterías han ido evolucionando tanto en densidad energética, lo que se traduce en mayor autonomía en el mismo espacio, como también con la mejora de su vida. Especialmente con las químicas como el litio-ferrofosfato, que ha disparado las cifras.
Un indicador es el elevado kilometraje de los coches eléctricos usados. De los aproximadamente 75.000 coches eléctricos que se anuncian actualmente en la plataforma de vehículos usados alemana Mobile.de, 450 tienen un kilometraje de 150.000 kilómetros. Alrededor de 150 tienen más de 200.000 kilómetros recorridos. Algunos superan incluso los 300.000 kilómetros.
Encontramos incluso unidades a la venta con más de 500.000 km, con varios por encima de los 400.000 km. Casi todos corresponden al Tesla Model S. Algo que tiene que ver con su lanzamiento hace ya 11 años, pero también a su carácter de larga autonomía, que se suma a la característica de la mayor parte de contar con carga gratis en los supercargadores.
Como curiosidad, estas unidades con un alto kilometraje pueden ser una oportunidad de bajo coste para los que estén dispuestos a apostar por ellas. Y es que con 400.000 km, hay unidades a la venta por apenas 15.000 euros. E incluso ya lanzándose a la aventura, hay unidades de modelos como el Renault ZOE de primera generación, con menos de 200.000 km, por poco más de 3.000 euros a la venta.
Otro indicador de la mejora de la fiabilidad, y la confianza, en las baterías, son las garantías cada vez más generosas que ofrecen los fabricantes.
Cuando salieron al mercado los primeros coches eléctricos, el miedo al rendimiento de las baterías se contrarrestó a menudo con modelos de alquiler, como los lanzados por Renault.
Sólo se compra el coche, no la batería, por la que se pagaba un alquiler mensual a cambio de una garantía de por vida. Si la batería se degradaba, o fallaba, el riesgo financiero corre a cargo del fabricante y no del propietario del vehículo.
Pero el tiempo ha quitado la razón a estos modelos, y ahora, además de no existir apenas ofertas con batería en alquiler, se ofrecen garantías de las baterías más robustas.
Hoy en día, 8 años o 160.000 kilómetros son la norma, lo que supone recorrer 20.000 km cada año. En algunos casos se llega a los 10 años o hasta 250.000 kilómetros. Lexus ofrece una garantía ampliada de 10 años o un millón de kilómetros para el UX 300e.
Desde la perspectiva del cliente, esto es una declaración de intenciones contundente. Eso si, una vida útil que dependerá también de nuestros hábitos de uso. Y es que como en el caso de los coches con motor de combustión, un poco de «cariño» hará que la baterías tenga una vida más larga.
Aspectos como evitar las descargas profundas, mantener esta descarga en el tiempo, así como mantener largos periodos de tiempo el pack al 100%, puede hacer que un mismo vehículo pierda más autonomía que un modelo igual de otro propietario que si lo ha cuidado.
El resumen es que una batería hoy en día puede mantener sin problemas entre el 70 y el 80% de capacidad después de 1.000 o 1.500 ciclos de carga y descarga completos, lo que supone que con una autonomía media real de 300 km, tendremos que llegar a entre 300.000 y 450.000 km, momento en el que la batería mantendrá buena parte de su capacidad, y el coche mantendrá su fiabilidad y eficiencia inicial intacta, solamente con el hándicap de haber perdido un 20 o 30% de su autonomía inicial.
Pero en este aspecto hay variables, como que la batería sea de litio-ferrofosfato (LFP) entonces su vida útil puede ser mucho más larga, con entre 3.000 y 6.000 ciclos, lo que dispara la cifra hasta números en los que la batería puede ser el último componente del vehículo en necesitar ser reciclado.