Volkswagen cierra fábricas, BYD no para de abrirlas

Estos días estamos siendo testigos de como la caída de la demanda de coches eléctricos en el Grupo Volkswagen está llevando a la marca alemana a centrarse en los modelos de combustión, y a cerrar fábricas. Mientras tanto, los fabricantes chinos no paran de crecer, con el ejemplo más claro de una BYD con planes para abrir nuevas instalaciones en todo el planeta.

Ayer podíamos ver como la propia Volkswagen indicaba que estaban planificando el cierre de algunas fábricas en Alemania por primera vez desde la segunda guerra mundial. Algo que se debe a la falta de competitividad a la hora de lanzar productos más económicos, que además lastra los objetivos de reducción de emisiones.

Hoy hemos conocido que una de las primeras damnificadas será la fábrica de Audi en Bruselas, que echará el cierre ante la baja demanda de los modelos eléctricos que fabrica, el Q8 e-tron, que ha visto como las ventas se han reducido sin parar desde su lanzamiento.

Negras previsiones para Alemania

Este pesimismo de la industria alemana se está acrecentando, tal como muestran los últimos estudios que describen a un gigante desmoronándose.

Un estudio que podemos leer en el principal diario económico alemán, el Handelsblatt, que habla de un informe del Instituto Ifo, donde se indica que el optimismo empresarial en la industria automovilística alemana volvió a caer en agosto. El indicador de los investigadores económicos cayó hasta -24,7 puntos, tras -18,5 en julio.

El informe indica que: “El ánimo en la industria del automóvil está decayendo. La razón son las expectativas extremadamente pesimistas para los próximos seis meses. Las expectativas empresariales cayeron hasta -40,5 puntos, tras los -29,5 puntos de julio. El indicador para evaluar la situación empresarial actual cayó 0,3 puntos, hasta -7,2 puntos. Las empresas automovilísticas alemanas sufren la falta de nuevos pedidos, especialmente del extranjero. Esto ahora también se refleja en la planificación del personal.»

El indicador de expectativas de exportación ha caído significativamente por tercera vez consecutiva y ahora se sitúa en -29,6 puntos, el nivel más bajo desde hace mucho tiempo. El indicador de expectativas de empleo cayó hasta -27,6 puntos, desde -15,6 puntos en julio.

Mientras tanto los chinos

Y mientras Volkswagen, y muchos otros grupos europeos, ven nubes negras en el horizonte, los fabricantes chinos están viendo la oportunidad para extender sus tentáculos fuera de su mercado.

Al calor de un desarrollo vertiginoso, tanto técnico, de diseño como de economía de escala y costes, fabricantes como BYD están escalando en las listas de ventas de forma imparable. Y además, lo hacen con un incremento del número de fábricas por todo el planeta.

La marca de Shenzhen está trabajando en levantar nuevas plantas de producción en lugares tan diversos como Brasil, México, Tailandia (ya en funcionamiento) Turquía, Hungría, Indonesia, Pakistán…etc.

El objetivo es que para 2030, el 50% de sus ventas procedan de los mercados fuera de China, algo para lo que necesitará reforzar de forma significativa su capacidad de producción en los mercados internacionales, algo que además le proporcionará cierta seguridad ante los cambios políticos que lleguen en forma de aranceles.

Una BYD que acaba de batir un nuevo récord. En sólo 8 meses ya ha vendido 1 millón de coches eléctricos e híbridos enchufables. China obviamente representa la mayoría de las ventas. Las exportaciones al extranjero están creciendo de forma lenta pero segura.

Agosto ha sido ciertamente un mes excelente para BYD, estableciendo un récord mensual al vender un total de 370.854 unidades. Del total de modelos vendidos, 148.470 unidades han sido eléctricos a batería, un 2% más que el mismo periodo del pasado año, mientras que los híbridos enchufables logran el mayor crecimiento, un 73% más, disparando sus cifras.

No solo es BYD, y otras marcas chinas están preparándose para coger el sitio que está dejando Volkswagen y los grandes grupos europeos. Chery, SAIC, Great Wall, Xpeng…la lista es cada vez más grande lo que demuestra la visión de los fabricantes chinos que saben que el actual bajón de demanda es temporal, y que sus productos, incluso con aranceles, serán más competitivos que los inflados de precios europeos.