Volkswagen tiene la solución a los aranceles a los coches eléctricos de China

La Unión Europea ha impuesto nuevos aranceles a los coches eléctricos que llegan desde China. Una medida muy polémica que cuenta con grandes detractores dentro del bloque. Entre ellos están los fabricantes alemanes, que se verán perjudicados de una guerra comercial, y que de mano de grupos como Volkswagen ha propuesto una solución a este conflicto.

Y es que, como recordamos, estos aranceles son la respuesta de Bruselas a las presuntas ayudas ilegales que Pekín ha dado a sus fabricantes, y que les ha permitido lograr una ventaja de costes y técnica imposible de igualar para los europeos. Un riesgo existencial conocido desde hace años, y que ahora trata de ser evitado con medidas de urgencia de la mano de barreras comerciales.

Estas han sido aprobadas por la mayoría de la UE, que impondrá fuertes aranceles a los fabricantes que importan sus coches eléctricos desde China, y que llegarán al 45.3% en el caso del Grupo SAIC. Curiosamente, no se verán afectados los que hacen lo mismo con coches de combustión, híbridos o híbridos enchufables. Esos seguirán pagando el 10% inicial.

La propuesta de Volkswagen: menos aranceles a cambio de inversión en la UE

El presidente del Grupo Volkswagen, Oliver Blume, ha realizado unas declaraciones a la prensa alemana en la que propone una reducción de aranceles a cambio de que los fabricantes asiáticos inviertan en centros de producción en Europa.

«En lugar de aranceles, lo que se debería buscar es un reconocimiento mutuo de las inversiones. Quienes invierten, crean empleo y trabajan con empresas locales deberían beneficiarse de menos impuestos de entrada.«

Blume dijo que existía el riesgo de la respuesta de China, que perjudicará a los fabricantes europeos, especialmente a los que mayor presencia tienen en el gigante asiático, como Volkswagen, BMW y Mercedes , que cuentan con aproximadamente un tercer de sus ventas en ese mercado.

Mientras tanto, Europa parece encaminada a seguir con su deriva proteccionista, ratificada el pasado día 4, y que se mantendrá durante cinco años.

Una aprobación muy polémica ya que supondrá evitar la competencia de los grupos asiáticos, que cuentan con coches eléctricos más económicos, lo que ralentizará los objetivos de lucha contra el cambio climático de la UE, además de retrasar una transición energética fundamental para una Europa peligrosamente dependiente en el plano energético.

Opinión

Ahora queda por ver la respuesta de China, que amenaza no solo a los fabricantes de coches alemanes, sino también a otros sectores que exportan productos a su mercado, como el agrícola de España, y otros muchos que se pueden ver envueltos en una guerra comercial de consecuencias imprevisibles.

Una guerra que a corto plazo beneficiará especialmente a una marca, Tesla, la única con un volumen de producción capaz de absorber gran parte de la demanda de coches eléctricos, y que cuenta con planes de expansión en su fábrica de Alemania, que le permitirá aumentar todavía más su dominio, además de disfrutar de unos aranceles más bajos que sus rivales a los modelos que exporta desde China a Europa.