Las baterías de los coches eléctricos duran mucho más de lo que dice tu cuñado
Uno de los mitos más extendidos sobre el coche eléctrico es que sus baterías tienen una durabilidad muy baja. Un bulo que ha quedado desterrado definitivamente en un reciente estudio.
No es ningún secreto que las baterías son el elemento más costoso de un coche eléctrico. A pesar de los numerosos avances que se han logrado en los últimos años, en gran medida gracias a la aparición de químicas más asequibles como la cada vez más popular LFP (litio-ferrofosfato), el pack todavía representa aproximadamente un 40% del valor del vehículo.
Por este motivo, no es de extrañar que su potencial degradación sea una de las principales preocupaciones de los usuarios a la hora de dar el salto a la movilidad eléctrica. Sin embargo, lo cierto es que el envejecimiento de las baterías suele ser exagerado tanto por medios sensacionalistas como por un público desinformado que, en muchas ocasiones, habla de oídas.
Los fríos números son el mejor remedio contra los bulos y la desinformación, motivo por el que hoy os traemos un estudio realizado por la consultora P3 Group que demuestra que la durabilidad de las baterías actualmente no es ningún problema; es más, en la mayoría de casos superan con creces la vida útil del propio vehículo.
En total se han analizado los datos reales de más de 7.000 coches eléctricos con toda clase de perfiles de conducción y uso, incluyendo unidades con un kilometraje superior a los 300.000 km (aunque esta muestra es lógicamente más pequeña). Una de las primeras conclusiones confirma algo que ya sabíamos: la degradación no es lineal, sino que resulta más acusada al principio y después va ralentizándose de forma notable.
La degradación de las baterías no es lineal
En los primeros 30.000 km, la pérdida media ronda el 5%; es decir, el pack retiene un 95% de su capacidad original. A los 100.000 km se sitúa en un 90%, pero a partir de ahí se estabiliza: entre los 200.000 y 300.000 km la tendencia de pérdida es casi horizontal, acercándose al 87%. Una cifra que debería tranquilizar a los futuros compradores.
La rápida degradación en la fase inicial se explica por la formación en el ánodo (el electrodo negativo de la celda) de una capa de interfase electrolítica sólida. Los datos reales obtenidos por P3 Group mejoran incluso las estimaciones realizadas anteriormente a partir de modelos de laboratorio: a la hora de la verdad, el BMS (Battery Management System) reduce significativamente el envejecimiento. El informe muestra que la degradación prácticamente nunca supera los límites de la garantía.
«La desinformación puede tener un impacto negativo en la transición a la movilidad eléctrica, ya que alimenta temores infundados y, por tanto, reduce la aceptación social y la penetración en el mercado de los vehículos eléctricos. Por ello, es fundamental proporcionar datos fiables y transparentes para ofrecer una imagen realista de la duración real de las baterías y, de este modo, reforzar la confianza en los vehículos eléctricos», sentencia el informe.
Así que ya sabes: si estas navidades tu cuñado te dice que las baterías de un coche eléctrico se quedan inutilizables a los pocos años de uso o si te encuentras en las redes sociales con el desinformador de turno, podrás desmentir sus bulos con este estudio.
Fuente | P3 Group