La razón por qué los coches eléctricos de ocasión están bajando de precio

En Europa, los coches eléctricos usados bajan de precio en medio de un panorama general donde los modelos de combustión suben. Una situación anómala que está atrapando a muchos vendedores que tienen que tirar precios para lograr colocar sus vehículos. Algo que puede tener efectos en el mercado de coches nuevos.

La razón por qué los coches eléctricos de ocasión están bajando de precio

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Publicado: 01/12/2025 10:17

Alemania es el mercado más desarrollado comercialmente de Europa, y de allí se pueden obtener muy buenos datos que anticipan lo que sucederá en el resto en pocos meses. Los últimos informes nos indican que el mercado de vehículos de ocasión en el mercado germano está mostrando una divergencia clara entre los modelos eléctricos y los térmicos de ocasión. Mientras los coches gasolina y diésel mantienen o incluso elevan su precio, los eléctricos usados siguen abaratándose, reflejo de un interés a la baja por parte de los compradores, y todo por razones como los falsos mitos sobre la duración de las baterías.

Según el portal de ocasión AutoScout24, en noviembre los coches eléctricos de segunda mano se abarataron un 0,6%, quedando en un precio medio de 34.009 euros. En lo que va de año, han perdido un 2,6% de su valor, partiendo de los 34.910 euros que costaban de media en enero. En contraste, los gasolina subieron un 0,7%, con un precio medio de 25.146 euros, mientras los híbridos se mantuvieron prácticamente estables con 38.219 euros (-0,1%) y los diésel bajaron un leve 0,2%, quedando en 28.126 euros.

El precio, sin embargo, no es el único factor preocupante. En noviembre, la oferta de coches eléctricos usados creció un 7,4%, pero al mismo tiempo la demanda bajó un 9%. Para comparar, los gasolina sufrieron un retroceso del 5,2% en visitas online, y el conjunto del mercado de ocasión solo se contrajo un 0,6%. El desinterés por los eléctricos se está acentuando, y los expertos apuntan al origen del problema: la desconfianza del público ante las baterías.

La batería, el freno psicológico

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Una encuesta conjunta de DEKRA e Ipsos confirma esta tendencia: el 64% de los compradores alemanes de vehículos de ocasión no se plantean adquirir un coche eléctrico usado. Es un porcentaje que ha subido respecto al 59% del año anterior. Solo el 19% asegura que lo haría con total seguridad o mucha probabilidad.

Las preocupaciones se centran en el estado de la batería (43%) y la autonomía (41%). También hay dudas sobre el valor residual (24%) y sobre la red de carga (27%). Ante el crecimiento del parque eléctrico, desde DEKRA advierten que el mercado de segunda mano necesita más confianza, y que es fundamental que el sector aporte garantías técnicas que convenzan a los compradores.

Uno de los indicadores clave es el llamado SoH (State of Health) que refleja el estado real de la batería en términos de capacidad útil. La mayoría de fabricantes garantizan que sus baterías no bajarán del 80% de capacidad durante los primeros ocho años o 160.000 kilómetros, aunque cada vez más marcas amplían ese margen a diez años o 250.000 kilómetros.

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Y los datos lo respaldan. Un estudio de la consultora tecnológica P3, con más de 7.000 coches eléctricos analizados, muestra que muchos modelos mantienen más del 87% de su capacidad incluso tras 200.000 o 300.000 kilómetros. De hecho, investigadores del SLAC-Stanford Battery Center han calculado una vida útil media de 313.000 kilómetros o unos 14 años, antes de que la batería pierda rendimiento de forma notable.

Otro dato interesante es que la degradación no es lineal: la mayor pérdida ocurre al principio. En los primeros 30.000 kilómetros, el SoH puede caer hasta el 95%, pero a partir de ahí el desgaste se ralentiza considerablemente. A los 100.000 kilómetros, muchas baterías todavía conservan más del 90% de su capacidad, y ese porcentaje apenas varía con el tiempo si el uso es razonable.

Eso sí, los hábitos de uso afectan: cargar siempre al 100%, exponer el coche a temperaturas extremas o utilizar potencias de carga muy altas de forma habitual puede acelerar el deterioro. Pero con un uso normal, las baterías modernas están demostrando una durabilidad muy superior a lo esperado.

Pese a todo, el desconocimiento sigue siendo un problema. Solo el 12% de los encuestados considera que los informes técnicos sobre el estado de la batería son determinantes para la compra. Los expertos coinciden en que falta información clara y garantías verificables, que aporten tranquilidad al comprador y fomenten un mercado de ocasión más dinámico.

También está la cuestión de la evolución tecnológica. El sector del coche eléctrico es un sector que avanza sin parar, y modelos de hace cuatro o cinco años se han quedado algo rezagados en cuestiones como la autonomía o la potencia de carga, e incluso han visto como los precios de los nuevos modelos han bajado. Una diferencia que además se agranda si tenemos en cuenta los programas de ayudas públicas, que provoca que muchas veces la diferencia entre nuevo con ayudas y de ocasión sea muy pequeña, lo que anima a muchos a hacer el esfuerzo por hacerse con el nuevo.

Conclusión

El mercado europeo de coches eléctricos usados está estancado. Aunque los precios caen y la oferta aumenta, la demanda se resiente. El miedo al estado de la batería sigue siendo el principal freno, pese a que los estudios demuestran que estas conservan gran parte de su capacidad incluso con muchos kilómetros.

Algo que nos indica que es un mal momento para vender, pero buen momento para encontrar ese chollo que permite llevarse un coche eléctrico a precio más que razonable a los que no les importa no estrenar el coche.

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