Hace pocos días se ha abierto el plazo para consultar el borrador de la declaración de la renta, el momento de hacer cuentas con el fisco por lo que hemos ingresado el pasado año.
Estos días hemos recibido varios emails de compradores de coches eléctricos que han descubierto que las ayudas a la compra de coches eléctricos en España no son para nada perfectas, y más de uno se ha llevado una desagradable sorpresa.
Como muchos sabréis, y otros posiblemente no, las ayudas a la adquisición de coches eléctricos deben tributarse como ganancias patrimoniales. Evidentemente cada persona es un mundo, y cada caso puede no tener nada que ver con otro, pero en las situaciones que nos han llegado, el palo ha sido considerable.
Especialmente llamativo es la situación de los compradores que se han beneficiado de múltiples ayudas. Ayudas del gobierno, 5.500 euros, ayudas regionales, hasta 6.000 euros, plan PIVE, 2.000 euros…una cantidad considerable de la que ahora deben devolver una parte.
Como decimos, la devolución dependerá de la situación patrimonial del beneficiario, pero de media se está situando entre el 30 y el 40% de estas cifras. Esto quiere decir que una persona que ha obtenido unos 10.000 euros en ayudas, tendrá que devolver en el peor de los casos unos 4.000 euros.
Para la mayoría, que sólo han accedido a la ayuda del gobierno central, de los 5.500 euros, les tocará devolver unos 2.000 euros de las mismas, dejando la subvención real en apenas 3.500 euros.
La sensación de muchos es que han pagado el pato de un sistema chapucero que no contenta a nadie. Ni a los compradores, que están pasando olímpicamente de la compra de eléctricos, ni de concesionarios, que deben adquirir de forma forzosa unidades cada año para cumplir con las cuotas. Incluso la propia administración se auto sabotea, ya que la mayor parte de los que están a la espera de comprar un coche eléctrico, han pospuesto la decisión a una mejor situación, lo que supone millones de euros en consumo privado paralizados, uno de los problemas de nuestro país.
Por lo tanto mientras no exista voluntad, la cosa no cambiará de forma significativa. Para la compra de un coche eléctrico tendremos dos opciones, o esperar a la aparición de unidades procedentes de concesionario, o acudir al mercado exterior donde la oferta es cada vez mayor. Si queremos hacerlo de forma convencional, tendremos que prepararnos para el palo de Hacienda el próximo año.
