Después de unas cuantas filtraciones, por fin hemos podido ver en su totalidad y sin impedimentos el aspecto que tiene la nueva versión del Toyota Prius. La cuarta generación que llega con algunas novedades, desde el plano físico, es algo más largo, y también en el plano del diseño, sin duda uno de los puntos más controvertidos.
Como decimos, a nivel físico el nuevo Prius es 6.1 centímetros más largo y 1.52 más ancho que la anterior versión. Esto le proporciona un mayor espacio para los ocupantes y en el maletero. Curiosamente la altura se reduce ligeramente, y el nuevo modelo es 2.03 centímetros más bajo.
Pero donde Toyota ha metido mano ha sido en el aspecto exterior. Un diseño más agresivo en su parte delantera, que es el preludio de una línea que se extiende hasta una zona posterior que nos recuerda a la zaga del Toyota Mirai, y que supone uno de los cambios más controvertidos de esta nueva generación.
Al igual que modelos como el Nissan LEAF, el Prius también debe pelear en tres mercados con diferentes gustos. El norteamericano, el japonés y el europeo. Es por eso que resulta complicado hacer algo que guste a todos. Pero en este caso la parte trasera es sin lugar a dudas uno de los puntos menos atractivos del nuevo Prius.
En el interior el nuevo Prius se renueva con una pantalla táctil acorde a los tiempos, con la pequeña palanca para el cambio de modo de conducción montada en un módulo diferente y donde vemos un exceso de botones físicos para configurar los diferentes aspectos del coche. Mantiene el cuadro de mandos en posición central y muy alejada del conductor, algo que suponemos será por abaratar los costes para fabricar con volante a la derecha o a la izquierda, pero que personalmente no me gusta nada.
En cuanto a la mecánica, de momento Toyota no ha dicho mucho al respecto. Se sabe que montará un motor gasolina de ciclo Atkinson y 1.8 litros, que junto con el motor eléctrico proporcionarán al Prius algo más de potencia que la anterior generación, unos 150 CV.
En cuanto al consumo, según varias declaraciones de los responsables de Toyota, este será en torno al 10% menor que la anterior generación. Esto traducido a litros significaría bajo el ciclo EPA un consumo medio de unos 4.3 litros a los 100 kilómetros.
Falta conocer un precio que podría recortarse ligeramente respecto a la anterior versión. Los costes de fabricación han bajado, según las fuentes entre un 20 y un 40%, lo que debería repercutir en un precio de salida más bajo. Pero también se rumorea que Toyota no quiere devaluar demasiado a su híbrido, y compensará ese menor coste con más equipamiento de serie.
Más información en las próximas horas.
Fuente | Toyota
