Adiós a la parrillas y entradas de aire…el futuro es eléctrico
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Publicado: 11/04/2016 08:00
Históricamente muchos marcas han usado la parrilla frontal como seña de identidad. El ejemplo más claro es BMW y sus famosos riñones, que se han convertido en la personalidad de la marca alemana. Sin ellos, no sería un BMW.
Pero la verdadera función de la parrilla nunca ha sido estética. La parrilla siempre ha estado ahí para cumplir una función en el coche. Una función que no es otra que la refrigeración. Los motores trabajan a altísimas temperaturas, y es necesario evacuar el calor residual. Esto se hace gracias al radiador, el cual disipa el calor del motor gracias al flujo de aire que incide en el coche cuando este va en marcha.
Pero con la llegada de la movilidad eléctrica, estas necesidades de refrigeración han disminuido drásticamente. Un coche eléctrico apenas necesita refrigeración, excepto en algunos componentes como el motor eléctrico y el inversor. De todas formas, las necesidades son mínimas e incluso a veces es mejor aprovechar ese calor para otros menesteres.
El caso es que con la llegada de los coches eléctricos, tener una parrilla ya no tiene sentido. No al menos sentido práctico.
A pesar de que las marcas conocen esto de sobra, parecen reticentes a la desaparición de la parrilla. Parece que les cuesta hace un coche que se salga de lo habitual. Un coche diferente a un coche de combustión. Incluso le ha pasado a la propia Tesla, que sacó su Model S con una falsa parrilla, que todavía hoy en día se mantiene.
Por ahora, la opción más extendida es mantener la parrilla estética, pero ésta se encuentra tapada. Un claro ejemplo lo vemos en el KIA Soul EV, o en el mismo BMW i3. Ambos mantienen la forma de la parrilla, pero esta se cubierta de plástico, es decir, no cumple ninguna función. Dicho de otra forma, no es estrictamente necesaria. Aunque concretamente en estos dos casos quizá tenga algo de sentido. El KIA, utiliza la misma carrocería que su versión de combustión, por lo que parece normal mantener la parrilla. En el caso del BMW, a pesar de no tener función alguna, se trata de la seña de identidad de BMW.
Más grave me parece el caso de nuevo Hyundai Ioniq. Como sabéis, cuenta con tres versiones: híbrida, híbrida enchufable y eléctrica. La única diferencia estética entre las versiones está en la parrilla. Normal para la versión híbrida, semicubierta para la versión híbrida enchufable y totalmente cubierta para la versión eléctrica. Sinceramente, una solución de dudoso gusto en el caso de la versión eléctrica.
El caso de Tesla
Un claro ejemplo de esta evolución es Tesla Motors. Comenzó con el Tesla Model S, el cual tiene una parrilla puramente estética. Tengo que reconocer que siempre me ha gustado, pero cada vez tengo más claro que tarde o temprano desaparecerá. Su siguiente paso fue el Tesla Model X, el cual también contaba con la misma parrilla en su fase de prototipo. Afortunadamente, Tesla reculó a tiempo para dejar una pequeña parrilla en la que entra poco más que el logo de la marca.
Por último, el paso definitivo ha llegado con el Model 3. La completa ausencia de parrilla. Un frontal totalmente limpio. Se trata de una parte del diseño que ha generado mucha controversia, pero como todo en esta vida, para gustos los colores.
Una cosa está clara. La función mecánica de la parrilla ya no tiene sentido. Solo sirve para recordar un pasado lleno de humo y combustibles fósiles. En mi caso, no la echaré de menos.
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