Algunos gobiernos está probando toda clase de incentivos para tratar de mejorar las ventas de coches eléctricos. Ayudas a la compra, ayuda a la instalación del punto de recarga en la vivienda del comprador, ayuda a la expansión de las redes de recarga púbicas, permiso para aparcar en zonas restringidas, poder circular por carriles reservados…etc.
Pero en el estado de Oregón han visto que uno de los principales problemas está precisamente en la base del sistema, los concesionarios y sus comerciales. Para estos el coche eléctrico supone una carga, ya que su venta demora más tiempo que un modelo convencional. Hay que explicar unas características totalmente nuevas, el tema de la recarga, la cuestión de las ayudas y su implicación fiscal..etc etc.
Esto provoca que al recibir la misma recompensa por un eléctrico o un gasolina, los comerciales se inclinen más por encaminar al cliente hacia el modelo gasolina ya que podrán cerrar el trato antes, y llevarse la misma remuneración económica.
Precisamente para evitar esta situación, o al menos tratar de minimizar sus efecto, el estado norteamericano está preparando una nueva línea de ayudas que dotada con 1 millón de dólares, ofrecerá una recompensa de 250 dólares a los comerciales que completen cada venta de un coche eléctrico.
Gracias a esta ayuda, un comercial podrá sumar a unos ingresos medios que rondan los 100 o 150 dólares por coche vendido, los 250 dólares que le dará el estado. Sin duda, todo un caramelo para provocar un cambio de mentalidad a la hora de afrontar la venta de un coche.
Por supuesto, una idea que también tiene sus detractores, que indican que es una buena idea que de nuevo tendrá que ser acometida con dinero de los contribuyentes. Algo que en el fondo tienen razón, ya que este dinero podría ser proporcionado por las propias marcas, que deberían estar más interesadas en la venta de sus modelos eléctricos.
Pero para los promotores de la medida «Hasta que eso suceda, por desgracia será necesario seguir bombeando dinero público a un sector que se encamina hacía su punto de inflexión. Un momento clave donde las ventas se acelerarán de forma automática, los comerciales venderán por que es lo que la gente demande, y no será necesario invertir más dinero de los contribuyentes.»
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Vía | GCR
