La patronal española de fabricantes de vehículos, Anfac, ha enviado una carta a la Comisión Europea donde le solicita la puesta en marcha de una modificación en el sistema impositivo de los coches eléctricos. Un cambio que permita a los estados poder aplicar exenciones, o tipos reducidos, a los coches eléctricos.
Esta sin duda sería una medida con un elevado nivel de efectividad, tal como se ha demostrado en mercados como Holanda o Noruega. Líderes de ventas de coches eléctricos en Europa, a pesar de contar con una pequeña parte de la población de estados como España, Francia o Italia.
La cuestión es que a pesar de que las competencias sobre la aplicación del IVA está en manos de los estados, desde Bruselas debe darse luz verde a las reducciones o exenciones fiscales, incluso entre aquellos estados no miembros, como Noruega, que ha tenido que recibir permiso de la UE para aplicar su exención fiscal a los coches eléctricos al ser miembro de la EFTA.
La cuestión es que ya hay estados dentro de Europa que están aplicando tasas de impuestos reducidos a los coches eléctricos. Es el caso de Holanda, que aplica el 7%, mientras que los híbridos enchufables tienen una tasa del 14%.
¿Ayudas o exención fiscal?
De aplicar el modelo holandés, por ejemplo, un Renault ZOE al que le rebajen el IVA del 21% al 7%, supondría que el precio de la versión más económica del ZOE ZE 40 pasase de los 22.385 euros, más alquiler de batería, a los 18.922 euros.
En caso de aplicar el sistema de ayuda directa, dependiente de la activación del plan de ayudas y de que este tenga fondos, el precio del ZOE sería de 16.885 euros. Pero a esta cifra habría que sumar la devolución en el IRPF, ya que no olvidemos que la subvención tributa como un incremento patrimonial.
El resumen es que con el sistema actual tendremos una ayuda muy similar al sistema de IVA reducido, pero con muchos inconvenientes, como la necesidad de su aprobación por parte del gobierno en cada ejercicio, o la dotación presupuestaria, muchas veces dependiente de la situación política en España.
Pero sin duda el mejor sistema sería el noruego. Una exención total del IVA, que permitiría reducir todavía más el coste del vehículo, y hacerlo además sin cargos a los presupuestos del estado. Con este sistema otro modelo como el Nissan LEAF, vería como el precio de 30.000 euros, se reduciría en 6.300 euros sólo eliminando el IVA. Un aspecto crítico que permitiría el despegue del coche eléctrico.
Podríamos pensar que las empresas saldrían perjudicadas con este modelo. Estas pueden desgravarse el IVA, y además añadir la ayuda del gobierno. Pero una cosa es la teoría, y otra la práctica, y la práctica es que en España el plan de ayudas dura dos telediarios, y el resto del año las empresas se quedan «sólo» con la desgravación, por lo que la situación no sufriría grandes cambios para estas, pero si sería un cambio muy importante para el resto de compradores.
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