El primer coche eléctrico de Volvo será el prototipo 40.2. Una berlina con diferentes capacidades de batería y autonomía de hasta 500 kilómetros
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Publicado: 29/01/2018 12:06
El fabricante sueco Volvo continúa preparando el desarrollo de su próxima gama de coches eléctricos. Entre ellos veremos ya con total seguridad una versión del popular XC40. Un todocamino eléctrico que llegará en 2019 con versiones con motor de combustión, y también eléctrica.
Pero ahora el presidente del fabricante nórdico ha confirmado que en los planes habrá un pequeño e importante cambio. Muchos recordaréis los prototipos 40.1 y 40.2 presentados el pasado año. Dos conceptos que en principio nos adelantaban las líneas que tendrían las nuevas generaciones del XC40 y el V40.
Según Volvo, el 40.2 no será sólo una muestra de diseño o un concepto únicamente demostrativo, sino que además será un nuevo modelo dentro de la oferta, y además será el primer coche eléctrico de Volvo.
El 40.2 se situará en un segmento intermedio entre las berlinas y los todocaminos. Usará la nueva plataforma CMA, diseñada para albergar sistemas eléctricos. Contará con varias capacidades de batería, de las que de momento no se han confirmado que autonomías ofrecerán pero esperan que esté entre los 400 kilómetros para la versión de acceso, y por encima de los 500 kilómetros para la más dotada. Suponemos que todo usando como medida el ciclo europeo.
Según el jefe de I+D de Volvo, Henrik Green: «Esa es la autonomía a la que apuntamos. Estamos en el medio del desarrollo y constantemente damos nuevos pasos. Es bastante diferente al desarrollo de un automóvil de hace cinco o diez años cuando establecíamos unos requisitos tres o cuatro años antes del lanzamiento de un automóvil, esperando llegar a ese objetivo. Pero en el caso de los eléctricos, parece que cada mes estamos actualizando el vehículo, tratando de agregar nuevos límites competitivos porque la tecnología se está moviendo tan rápido ahora en muchas áreas«.
Un Volvo 40.2 que suponemos recibirá un nombre más comercial, y que se convertirá en el primer coche eléctrico del fabricante sueco. Un modelo al que seguirán otros, como el XC40, que llegará pocos meses después del desembarco del primero y que tendrá lugar a lo largo del próximo año.
Un proyecto que nos sirve para ver los peligros de retrasar un proyecto eléctrico dos o tres años como han hecho algunas marcas, y es que si el sector se mueve tan rápido como para tener que estar actualizando elementos cada mes, el esperar años puede ser un hándicap difícil de recuperar.
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Vía | Autocar