La empresa Momentum Dynamics, especializada en la recarga inalámbrica para vehículos eléctricos, ha modificado un Chevrolet Volt para que sea compatible con su sistema de recarga y ha conseguido recargar sus 10,8 kWh útiles de forma completa y efectiva.
Sin duda la inclusión de su cargador dentro de los sistemas del Volt no habrá sido técnicamente sencilla pero más allá de la anécdota de que lo hayan echo con un Volt o cualquier otro vehículo lo importante es que han demostrado en un escenario y vehículos reales la fiabilidad y eficacia de su tecnología.
El cargador de Momentum Dynamics es capaz de entregar más de 20 kW de potencia desde la red al vehículo por lo que los tiempos de carga quedan muy reducidos si la batería permite ese nivel de carga. El sistema, como muchos otros, consta de un panel receptor en los bajos del vehículo y otro bien sobre el asfalto o dentro del mismo, más protegido si cabe. La detección y puesta en marcha del proceso de carga esta totalmente automatizada y aseguran que con su tecnología de resonancia no es necesario un alineamiento perfecto ya que permite «huecos» de hasta 24 pulgadas, unos 61 centímetros.
Desde la propia empresa están convencidos de que la tecnología inalámbrica de recarga jugará un papel fundamental al proporcionar una manera fiable, automática, y a prueba de malas condiciones climatológicas y de vandalismo de recargar híbridos enchufables y eléctricos puros a un coste razonable. Varias pruebas con diversos socios estratégicos comenzaran a principios de 2013. Esperan poder proveer sistemas de recarga de hasta 60 kW dirigidos a flotas comerciales en este próximo año.
Lo que no se especifica por ninguna parte es la eficiencia del proceso de transferencia de energía. Me encantaría equivocarme, pero la experiencia indica que si una empresa no presume de algo es porque no lo tiene, por lo que no creo que su sistema tenga un rendimiento cercano siquiera al 90% todavía. No obstante hay que reconocerles que para determinados vehículos es importante ese gran hueco de 60 cm que permite su sistema por lo que puede tener su oportunidad en el mercado.
La recarga inalámbrica es una de esas cosas en el mundo de la automoción eléctrica que tiene sus defensores a ultranza y sus detractores, como casi todo. A mi me parece francamente ventajosa en algunas aplicaciones, como autobuses urbanos en rutas y determinadas flotas de distribución o servicios de taxi, pero si algo me gusta de estos coches es su eficiencia y la perspectiva de cambiar para la mayoría de usuarios el 99,99% de eficiencia de un cable de cobre por un 90% en inducción en el mejor de los casos actualmente me parece descorazonadora. ¿A vosotros realmente os parece la recarga inalámbrica un factor decisivo para el despegue eléctrico?
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Fuente | Cleantechnica
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