Cuando el BMW i3 llegue al mercado el próximo año, lo hará con dos opciones de motorización, una puramente eléctrica y una segunda dotada de un pequeño motor gasolina que hará la veces de generador para cuando nos quedemos sin carga en las baterías y no contemos con un punto de recarga cerca.
Pero según los propios representantes del fabricante alemán, se trata de una posibilidad que en la mayor parte de los casos apenas será utilizada por sus propietarios, ya que los entre 130 y 160 kilómetros de media que le proporcionan sus baterías, hasta 220 kilómetros en modo ECO, supondrá que el uso del extensor de gasolina será necesario en muy raras ocasiones.
A pesar de esto, BMW es consciente que en una primera fase será necesaria la puesta en marcha de ambas alternativas para satisfacer tanto a los que busquen un modelo totalmente eléctrico, como aquellos menos optimistas con las cifras de autonomía de los primeros y prefieran optar por una versión dotada de un motor de combustión.
Las preguntas que nos hacemos se centran sobre todo en el coste de ambas versiones, ya que partiendo desde la misma cifra sin duda la eléctrica con extensor será de lo más interesante, pero si tenemos que apostar, pensaríamos que esta será más cara, además de contar con una menor autonomía en modo eléctrico ya que las baterías deberán dejar espacio para alojar el sistema de combustión.
Por lo tanto BMW deja de forma afortunada la elección al comprador, de elegir una u otra alternativa, algo a lo que podrían añadir un alquiler de la batería para acceder a un precio de salida más económico, y tendríamos como resultado la oferta comercial perfecta para un coche eléctrico, aunque esto último es más que una simple idea nuestra.
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Fuente | Autonews
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