En 2015 si nada lo impide, llegará el primer coche a hidrógeno de Toyota. Un empeño del fabricante japonés que ha visto algo que el resto de fabricantes no acaban de ver en una tecnología con mucho recorrido por delante, sobre todo a nivel económico.
Toyota espera que a partir del 2020 esta tecnología se convierta en una alternativa dentro del segmento de los coches sin emisiones. El principal problema serán los elevados costes de las primeras generaciones. Según Soichiro Okudaira, jefe de I+D, no esperan que los precios sean competitivos por lo menos hasta el 2030.
A corto plazo Toyota también aguarda que los precios de las pilas de combustibles caigan. Esto permitiría alcanzar una producción el primer año de entre 5 y 10 mil unidades. Esta tecnología ha visto como los costes se reducían de forma dramática, y la fabricación de la pila de combustible ha pasado de los 750.000 euros en 2007, a unos 35.900 euros para el 2015 gracias a la reducción del uso de materiales como el platino.
Pero antes de lanzar las campanas al vuelo, esta cifra supone sólo la pila de combustible. El primer coche a hidrógeno de Toyota debería llegar al mercado en torno a los 72.000 euros. Una cifra elevada que esperan caiga hasta los 45.000 euros para finales de la década. La clave para el fabricante japonés será la reducción de precios, y lograr un nivel de producción elevado. Esto vendrá acompañado por una simplificación del sistema que permitirá la fabricación de pilas de combustible cada vez más compactas.
El principal problema para esta tecnología es el tiempo. Las fechas en las que se manejan suenan muy lejanas, y los precios, todavía muy elevados incluso en el mejor de los escenarios. A esto sumamos que no existen planes concretos para levantar una infraestructura de repostaje de hidrógeno y el resultado es un escenario extremadamente complicado para esta tecnología.
La puntilla se la pondrán los coches eléctricos por batería. Modelos con un sistema mucho más sencillo, que se benefician de una producción de baterías ya existente y que sólo tiene que lograr aumentar su capacidad de producción. Esto unido a la continua evolución y a la bajada de precios hará que un Toyota a hidrógeno por 45.000 euros sea una opción limitada a sectores muy concretos y nichos de mercado reducidos.
Vía | Autonews
