Se terminó la aventura de la empresa gallega Bluemobility. creada en 2010 al amparo de las ayudas públicas y las grandes expectativas creadas sobre el coche eléctrico en España, no ha podido resistir más y después de entrar en concurso de acreedores el pasado verano, acaba de anunciar su liquidación.
Se trata de la historia de una muerte anunciada. Una empresa que nace para dar un servicio a una flota de coches eléctricos en una de las comunidades con menores matriculaciones de toda España. En total ha supuesto una inversión de 10 millones de euros, de los cuales buena parte han sido subvenciones, y que han permitido crear una red de 30 puntos de recarga en las principales ciudades gallegas.
Pero el final del proyecto Mobega, que permitía el alquiler de coches eléctricos a precios razonables, y la nula demanda en la comunidad, ha terminado por finiquitar las aspiraciones de una empresas que a la desesperada ha buscado fuera de España un mercado que aquí no termina de arrancar.
Ahora queda por ver cual es el destino de esta red de puntos de recarga lenta. Unos puntos que son de pago, pero que en muchos casos no han contado con el mantenimiento adecuado y no funcionan correctamente. Esto ha provocado que los usuarios dejen de usarlos y opten por alternativas gratuitas con cada vez más presencia en lugares como los centros comerciales.
Vía | La Voz de Galicia
