Durante los últimos años, el fabricante Volvo ha puesto en marcha One Tonne Life. Un interesante experimento destinado a demostrar que es posible reducir las emisiones de las familias, simplemente adaptando las viviendas.
Ha diseñado una casa en las afueras de Estocolmo, que gracias a un sistema de control climático, una instalación solar y un coche eléctrico, ha logrado reducir el impacto ambiental en nada menos que el 80%.
La clave se encuentra en una combinación de elementos. Una vivienda inteligente que ha sido diseñada con el objetivo de ser lo más eficiente posible. Un sistema informático controla que todo funcione correctamente. En el tejado de la vivienda hay una instalación de paneles solares que ocupan 95 metros cuadrados. Sin duda una de las claves de esta vivienda, que alimenta las necesidades de la vivienda, inyectando los excedentes a la red.
Otro aspecto que suele consumir una importante cantidad de energía es el agua caliente. Algo muy importante en lugares como Suecia, donde el termómetro baja de forma importante en invierno. Para solucionarlo, se han instalado una serie de paneles solares termales, que se encargan de calentar el agua.
La tercera parte de la ecuación la completa un coche eléctrico. En este caso más bien un híbrido enchufable. El Volvo V60 Plug-in. Este modelo como recordamos, cuenta con una autonomía en modo eléctrico de unos 50 kilómetros. Suficiente para el día a día de los residentes, que pueden además recargar sus baterías con la electricidad generada por los paneles solares. Para los desplazamientos cortos, nada mejor que una bicicleta eléctrica. Perfecta para moverse con agilidad por en centro de Estocolmo.
El resultado es una vivienda que ha logrado reducir las emisiones desde las 7.5 toneladas al año, a apenas 1.5 toneladas. Un 80% que nos muestra que podemos ser mucho más eficientes con una tecnología ya disponible.
Vía | onetonnelife
