Cuando pensamos en el coche eléctrico, normalmente lo asociamos a los países ricos. Estados Unidos, el centro y norde de Europa o Japón, son sus principales polos de ventas.
Pero los países emergentes también quieren aprovechar el potencial de esta tecnología. Con los precios de los carburantes en ebullición, son muchos los estados que han puesto sus ojos en el coche eléctrico como una forma de reducir su dependencia energética, y de paso, aprovechar mejor los recursos naturales disponibles.
Hace unos días hemos visto como el pequeño Reino de Bután, buscaba el apoyo de los grandes fabricantes japoneses para lograr dar el salto de los vehículos con motor de combustión, a los eléctricos. Con una producción eléctrica limpia y barata, Bután sacará un rendimiento muy elevado a esta tecnología.
Pero no son los únicos que se han dado cuenta de esto. Los vecinos de Nepal también quieren reducir su dependencia de los carburantes fósiles, y para ello ha eliminado los impuestos y aranceles que este tipo de coches deben pagar para entrar en el país. En estos momentos ya hay más de 2.000 vehículos eléctricos recorriendo sus calles, pero esperan que en los próximos años la cifra se dispare de forma importante.
También las Islas Seychelles, que no son precisamente pobres, han visto la oportunidad. Con una superficie total de apenas 455 kilómetros cuadrados, de los cuales 155 lo ocupa la isla principal donde está la única ciudad, la capital Victoria, han decidido comenzar la transición hacía los coches eléctricos.
El primer acuerdo llevará a la isla cuadriciclos de baja velocidad. En total la empresa norteamericana GEM, se encargará de poner en marcha las 3.000 primeras unidades. Una forma de reducir las importaciones de los caros carburantes, que estamos seguros será el primer paso de muchas unidades, cuyos propietarios además podrán sacar el máximo partido a un potencial de producción solar, que hará todavía más sostenibles y económicos estos vehículos.
Vía | Autobloggreen
