General Motors ha vuelto a fracasar con un eléctrico, y esta vez si podríamos decir que es culpa del coche. Presentado como la respuesta a Tesla, el Cadillac ELR se convirtió en un Chevrolet Volt de lujo. Un extensor de autonomía destinado a un cliente poco habituado a las nuevas tecnologías.
El resultado era previsible, pero tal vez ni los más pesimistas en el fabricante de Detroit pensaban que el golpe sería tan duro. Según las últimas estadísticas, entre enero y julio se han matriculado en Estados Unidos apenas 600 unidades del ELR. En ese mismo periodo, Tesla ha vendido un total de 7.900 unidades del Model S, una cifra limitada por las exportaciones a Europa y Asia.
Más dolorosa es la comparativa que nos indica que sólo la zona de San Francisco, California, ha comprado más Teslas de los ELR vendidos en todo el país. En los siete primeros meses del año se han matriculado en la ciudad norteamericana un total de 939 unidades. Sin duda, una cifra que debería hacer pensar a General Motors.
¿Las razones? Estas pueden ser variadas, desde un coche mucho más pequeño, menos potente, menos espacioso…etc etc, pero sobre todo que tiene un precio apenas 5.000 dólares más barato que el Model S de 85 kWh. Una diferencia demasiado pequeña a la vista de las grandes distancias que les separan.
En estos momentos es de suponer que GM tendrá a su «Tesla Team» trabajando en el próximo rival para el Model S. Esperamos que hayan aprendido de sus muchos errores, y por fin aprovechen sus ilimitados recursos para poner en la calle un eléctrico mínimamente atractivo.
Vía | Autonews
