Aprovechar la infraestructura existente es uno de los fundamentos de un interesante proyecto que pretende convertir 1.000 farolas públicas de Berlín, en puntos de recarga para coches eléctricos.
Ubitricity es la empresa detrás de este proyecto. Una start-up alemana que invertirá 400 euros por cada punto de recarga. Una cifra realmente económica, que pone sobre la mesa el potencial de instalar este tipo de infraestructura en un lugar donde no hace falta afrontar una obra considerable.
Para su uso los conductores de coches eléctricos simplemente necesitarán una tarjeta que además de permitirles usar este sistema de recarga que ya cuenta con 100 unidades funcionando en los alrededores del Parlamento alemán, también podrán usar en otros 2.600 puntos de recarga repartidos por toda Europa
Según los responsables del proyecto, el diseño de este punto de recarga está preparado para soportar las condiciones de trabajo en exterior, gracias a un robusto cuerpo que reduce los efectos de los actos vandálicos. Otro aspecto es que se trata de puntos compatibles con el estándar futuro Plug’n’Charge según ISO 15118.
Un ejemplo de que no hace falta gastar millones de euros para crear una red de puntos de recarga para coches eléctricos.
Vía | Naturstrom (alemán)