Uno de los principales problemas y retos a los que se enfrenta el coche a hidrógeno, es la necesidad de instalar una mínima red de repostaje. A diferencia de un coche a batería, no es posible repostar en una vivienda o en una toma de corriente. Al menos no de momento.
California es uno de los mejores lugares para el coche a hidrógeno. En este estado se encuentran la mayor parte de las estaciones de repostaje de Estados Unidos, un 80%, algo que no evita que los pocos usuarios que de momento ruedan por sus carreteras no tengan más de un problema para lograr moverse con sus vehículos.
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La eficiencia del Toyota Mirai comparada con coches eléctricos de baterías[/blocktext]
Algunos usuarios se han encontrado con la frustrante noticia de que en la práctica, no pueden utilizar sus vehículos. Es el caso de Paul Berkman, que ha contratado un leasing de un Hyundai ix35, que apenas ha podido conducir durante un mes y medio. Las tres estaciones que tiene en sus alrededores han estado inactivas durante más de un mes.
Pero incluso las estaciones operativas tienen algunos problemas. La baja capacidad de estas estaciones hace que apenas puedan atender a uno o dos coches de forma simultánea. A esto se suma que algunas hidrogeneras son incapaces de proporcionar una recarga completa, y los usuarios deben marcharse con sólo la mitad del tanque lleno.
El coche a hidrógeno tiene potencial, pero si los fabricantes y suministradores no se esfuerzan un poco más, pasarán muchos, muchos años hasta que veamos un escenario donde la adquisición de uno de estos vehículos no sea una cuestión de fe, y un acto de valentía.
Vía | Greencarreports
