Como siempre tenemos que mirar afuera para ver como se deben hacer las cosas en lo relacionado con el coche eléctrico. Después de innumerables ejemplos desde Francia o Noruega, hoy es Reino Unido la que nos dice como se deben hacer las cosas, si se quieren hacer bien claro.
En 2011 el gobierno inglés puso en marcha un programa de ayudas a los coches eléctricos, que entregada 5.000 libras, casi 7.000 euros, a aquellos interesados en la compra de un modelo impulsado por electricidad. El objetivo al igual que Noruega, era alcanzar las 50.000 unidades.
La cuestión es que en los dos primeros años, las ventas fueron casi testimoniales, con apenas 3.200 unidades matriculadas. Las razones, principalmente fueron el desconocimiento existente en aquel momento sobre esta tecnología, y una oferta muy limitada en número y en calidad de los modelos.
Pero este año la cosa se ha desmadrado. En los cinco primeros meses del año 11.842 compradores han reclamado la ayuda de 5.000 libras. Cuatro veces más que en el mismo periodo del 2014, lo que ha llevado el número de unidades matriculadas bajo el programa de ayudas a las 36.000 unidades.
Esto significa que antes de terminar el año, Inglaterra alcanzará las 50.000 unidades que se había puesto como límite para recibir las ayudas. Pero esto no quiere decir que los ingleses se queden sin ayudas. A diferencia de nuestro gobierno, en este caso los ingleses ya tienen preparado un nuevo programa de ayudas, que entrará en vigor de forma inmediata después de la finalización del actual.
Un nuevo ejemplo de como crear un mercado estable tanto para compradores, como para fabricantes y también para los encargados de extender la red de puntos de recarga.
Vía | The Guardian
