Durante las últimas décadas, California ha liderado el mercado de los coches eléctricos, gracias a las políticas que promueven su uso y obligan a las marcas a venderlos. Además, su apuesta no se ha quedado solo en turismos, sino que también se han visto avances en transporte pesado como los autobuses y los camiones. Actualmente California tiene más coches eléctricos e híbridos que cualquier otro país, y está haciendo esfuerzos para aumentar esos números en los próximos años.
Mary Nichols tiene mucha culpa de que esto sea así. Es el jefe de la agencia encargada de las emisiones y los programas de ayudas el coche eléctrico. El mismo dice estar centrado en tratar de apartar a los coches de combustión de carreteras de California.
Actualmente las regulaciones de California incluyen que el 2,7% de los coches vendidos en California deben ser de cero emisiones. Este porcentaje se irá aumentando cada año a partir de 2018, hasta alcanzar un 22% en 2025. Pero la intención de Nichols es que en el año 2030, prácticamente todos los coches vendidos en California sean eléctricos. Sin duda una idea muy ambiciosa.
Sin embargo, a pesar de que todo esto está muy bien, California solo representa el 2% de la emisiones de gases de efecto invernadero en el mundo. Por eso, la idea de Nichols es de exportar su perspectiva verde a otros estados de Estados Unidos o incluso a otros países. Para ello tendrá que librar un gran lucha con los fabricantes de automóviles.
Todo esto forma parte de la política del gobernador de California Jerry Brown que tiene como meta reducir el uso de petróleo en California a la mitad en 2030. Jerry Brown tiene depositada toda su confianza en Nichols, con el que lleva ya dos legislaturas.
Los objetivos sin duda son buenísimos, pero tendrán que luchar contra los grandes fabricantes, que tienen mucho poder.