Parece que fue ayer cuando hablábamos del futuro primer coche eléctrico de segunda generación, el Chevrolet Bolt. Un modelo que llegaría para romper la barrera de la autonomía, con más de 320 kilómetros de autonomía reales, y todo con un precio que no es económico, pero si es lo más accesible hasta el momento. Pues ese modelo ya está siendo fabricado.
Aunque la producción de forma oficial no empieza hasta el mes de octubre, General Motors ya tiene lista la línea de fabricación del Bolt, y ha comenzado las pruebas para comprobar que todo está en su sitio, y que todo funciona correctamente de cara a un nivel de producción que se espera logre llegar a las 50.000 unidades en su primer año.
Realmente se trata de un momento crítico dentro de la industria de la automoción, ya que será el primer coche eléctrico con más de 300 kilómetros de autonomía reales. Pero no sólo eso, además llegará con un generoso maletero, un sistema de propulsión con más de 200 caballos de potencia, y además estará disponible por un precio de 37.500 dólares antes de los incentivos públicos. Como decimos, no es barato, pero se trata de un precio que hace poco teníamos que pagar por un coche con poco más de 150 kilómetros de autonomía reales.
Un modelo al que sobre el papel solo le faltan elementos tecnológicos, como los sistemas de conducción autopilotados. Un déficit que podría pasarle factura en dos o tres años, cuando estos sistemas se extiendan entre los diferentes fabricantes, y cuando el Bolt apenas esté a la mitad de su vida útil.
Ahora quedan preguntas por responder, como por ejemplo la que más nos afecta y corresponde a la versión europea, el Opel Ampera-E. Nos falta por saber su fecha de llegada, y también un precio que podría ser la clave de convertirlo en un éxito a este lado del Atlántico, o de lo contrario repetir el fracaso del Opel Ampera.
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