JB Straubel habla de innovaciones en baterías, y sobre el hidrógeno en el transporte
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Publicado: 20/05/2016 11:40
JB Straubel es el hombre en la sombra de Tesla. Es co-fundador del fabricante junto con Elon Musk, pero una persona que siempre ha tomado un papel secundario. A pesar de esto su pasión por los sistemas de almacenamiento hacen que sus comparecencias a pesar de pocas, sean de lo más interesantes.
Durante el pasado Foro internacional del Transporte (ITF) celebrado en Leipzig, Alemania, Straubel ha comentado que los sistemas de almacenamiento en baterías están viviendo un fuerte desarrollo, y que además todavía tienen mucho recorrido por delante.
El objetivo es lograr mejorar los materiales y la química de estas baterías. Algo que tendrá que estar acompañado por una reducción de costes. La otra gran batalla de una tecnología que para el directivo de Tesla, es una de las principales barreras a superar.
Para Straubel, la tecnología de las baterías tiene un techo de desarrollo muy lejano, lo que da muy espacio para la investigación y la mejora de los actuales sistemas. Unas mejoras que además de la química y los precios, tendrá que evolucionar en aspectos como la velocidad de recarga.
Preguntado por la alternativa del hidrógeno, Straubel ha comentado lo siguiente.
«No soy un fan de hidrógeno. No le veo un futuro como combustible de transporte. La eficiencia de ir a la fuente de energía primaria, donde se crea el hidrógeno, ya sea solar, eólica, es de esperar que sea sostenible, hasta llegar al vehículo es muy poco eficiente.
Creo que es una especie de una idea intelectualmente atractiva porque veo a todos diciendo «El hidrógeno es abundante, es como el agua». Pero esos son puntos totalmente irrelevantes para el uso de hidrógeno en el transporte.
Lo que hay que tener en cuenta es la eficiencia de pasar de la energía primaria a energía consumida, y los vehículos de hidrógeno utilizan aproximadamente tres veces más que un vehículo eléctrico. Algo de muy difícil solución. Si se logran mejorar otros aspectos económicos, se termina en un lugar donde se gasta tres veces más por kilómetro, y que además tiene una huella ambiental tres veces mayor.
También hay un problema muy importante respecto a la infraestructura de repostaje que de momento nadie ha sido capaz de resolver. En mi estado natal en California, se está realizando un gran esfuerzo para tratar de promover los vehículos de hidrógeno, pero la infraestructura se ha quedado atrás. La dificultad de poner una estación de servicio de hidrógeno es extrema – el proceso de permisos, la gente no quiere que en su barrio – tenemos algo así como 5 o 10 estaciones en todo el estado. Eso después de años de desarrollo, donde no han sido capaces de expandir la red.
Creo que hay un problema de huevo o la gallina. No veo el futuro. Creo que las baterías se terminan mejorando de una forma más rápida, y harán que el hidrógeno sea irrelevante«.
Evidentemente habla una persona con intereses comerciales en el lado de las baterías. Pero está claro que la evolución de una y otra tecnología está siendo muy diferente ya que el hidrógeno lleva décadas postulándose como el «combustible» del futuro, pero sin llegar a una aplicación comercial real.
Incluso a día de hoy no es posible comprarse un coche a hidrógeno en la mayor parte del mundo. En muchos lugares no se ofrece al no existir una red de repostaje, y en otros se ofrecen pero sólo en formato de leasing. Algo que salvo sorpresa, no parece que vaya a cambiar mucho al menos en los próximos 10 años.
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Vía | Electrek