Panasonic es el socio con el que Tesla se han embarcado en levantar la que será de largo la mayor fábrica de baterías del mundo. Un socio que algunos catalogaban de equivocado por el tradicional conservadurismo de sus inversores.
Pero el tiempo está dando la razón a los que apostaron por esta unión. El fabricante japonés ha confirmado esta semana su plena confianza en el proyecto. Un proyecto donde en un principio estaba previsto que invirtiesen 1.600 millones de dólares de los 5.000 millones que se estima costará.
La cuestión es que la fuerte demanda del Model 3 hace urgente no sólo cumplir con los plazos marcados, si no que incluso podría ser necesario acelerar los mismos.
Ante esta situación el propio jefe de sistemas de la división de automoción de Panasonic, Yoshio Ito, ha declarado que están preparados para dar lo mejor de si mismos, y adelantar los plazos si es necesario. Un mensaje alto y claro de que si Elon Musk pide más, lo tendrá.
Detrás de todo están los nuevos planes de Tesla de adelantar en dos años el objetivo de alcanzar los 500.000 coches al año. Algo que hará necesario que esta mega instalación de salida a los 50 GWh anuales previstos para 2020 ya en 2018. Un cambio que necesitará una fuerte inversión para la que parece que Panasonic está lista.
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Vía | Reuters
