Tesla y Samsung estrechan relaciones con el objetivo de atender una demanda masiva

En las últimas semanas Tesla y Samsung han estado acercando posiciones de cara a una cada vez más profunda relación comercial. Una forma de asegurarse una diversificación del suministro de baterías, y también una forma de estar cerca de los nuevos diseños de los principales fabricantes.

Estas nuevas alianzas han ganado fuerza el pasado mes de marzo, con la presentación tanto del Model 3, como anteriormente con la buena acogida que ha logrado la batería para el hogar de Tesla. Dos elementos que el propio Elon Musk ha afirmado que tendrán una «demanda masiva» lo que obliga al fabricante norteamericano a buscar nuevas líneas de suministro de baterías.

Y no es que sea un rumor. La pasada semana ha sido cazado in fraganti un pedido bastante importante de celdas de Samsung con destino a Tesla. En total el envío contaba con un peso de 113.183 kilos. Una cantidad que todas las fuentes indican es demasiado elevado como para tratarse de una remesa para pruebas, y que más que posiblemente será destinada a una aplicación comercial.

Las celdas procedentes de Corea cuentan con el formato 18650 que habitualmente usa Tesla, pero cuentan con una capacidad de 2.200 mAh. Una cifra por debajo de las usadas para el departamento de coches eléctricos, cuyas capacidades superan los 3.000 mAh por celda.

Esto nos lleva a pensar que casi con total seguridad el destino de estas celdas serán las baterías para el hogar de Tesla. Un producto que ha comenzado su distribución, y que en un principio parecía que sería alimentado por la gigafábrica de baterías que levanta Tesla en el desierto de Nevada.

Y es que hay que sumar además de la buena acogida de la batería para el hogar, el número todavía por cerrar de reservas del Model 3. Ahora mismo como recordamos ya son 400.000 las unidades que forman parte de la lista de espera. Pero a finales de este mismo año se producirá la segunda parte de la presentación del Model 3, lo que puede suponer otro empujón de las reservas.

El resultado será que el próximo año Tesla tendrá que atender una demanda de más de 100.000 unidades del Model S y X, las 200.000 unidades del Model 3, y toda la demanda de las baterías para el hogar. Un reto donde hará falta una cantidad de kWh considerable.

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Vía | RT