Un grupo de investigadores ponen a prueba la seguridad ante ataques informáticos del Autopilot de Tesla
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Publicado: 06/08/2016 11:00
Con la llegada de los sistemas de conducción autopilotada, y el inminente desembarco de los sistemas autónomos plenos, las voces sobre la seguridad informática de estos avances tecnológicos han crecido. La posibilidad de que alguien pueda interferir en la conducción de un coche es algo muy grave como para dejarlo para otro momento.
Es por eso que un grupo de investigadores de Universidades como la de Carolina del Sur, la china de Zhejiang, y el equipo de seguridad informática de Qihoo 360, se han propuesto buscar posibles brechas en el sistema autopilot de Tesla.
Para ello han probado diferentes técnicas para tratar de despistar o directamente controlar el sistema. Pero estos equipos han descubierto que a día de hoy, es cmuy complicado afectar a la conducción del sistema de Tesla, al menos hasta llegar al punto de poner en riesgo la seguridad del conductor y los ocupantes.
Primero han probado con el sistema de radar, que se encarga de detectar objetos que preceden al coche. Para ello han tenido que utilizar un costoso dispositivo, 90.000 dólares, que tiene que colocarse delante del vehículo durante unos minutos, tras los cuales el vehículo ha desaparecido de la vista del Tesla.
Pero está claro que los hackers no tendrán fácil acceso a este tipo de dispositivos, por su precio principalmente, y para su uso además es necesario estar físicamente frente al Tesla para lograr el efecto deseado. Algo muy poco probable.
El segundo objetivo han sido los detectores de ultra-sonidos. Unos sistemas que se encargan de controlar la operación de aparcamiento automático, y también la del modo «convocado» cuando llamamos al coche para que salga de su plaza de aparcamiento. Unos sensores que han podido ser engañados para que no detectaran un determinado objeto, pero que apenas afecta a la conducción. Sólo a nuestros viejos encuentros con las columnas invisibles…
Pero sin duda el sistema más resistente es el de cámaras. Unas cámaras que se encargan de leer todo lo que sucede en la carretera, como si del ojo humano se tratase. Unos sistemas que desde los diferentes equipos se ha tratado de cegar, usando por ejemplo una luz LED enfocada directamente a la lente.
Pero el mejor resultado que han logrado es que el sistema avise al conductor que debe tomar el control de vehículo, o en caso contrario el propio vehículo reducirá la velocidad del mismo hasta detenerlo. Por lo que aquí tampoco se ha puesto en riesgo la integridad del vehículo y sus ocupantes.
Desde los equipos de trabajo se quiere mandar un mensaje de tranquilidad, asegurando de que la tecnología es segura y que este tipo de ataques necesitan unos conocimientos amplios, un equipamiento costoso, y además estar físicamente junto al coche a atacar. Al mismo tiempo esperan que sus trabajos sirvan para incrementar todavía más la seguridad de cara a próximas evoluciones donde cada vez el coche tomará más decisiones durante la conducción.
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Vía | Wired