La recarga inalámbrica es una de las tendencias que más fuerte están llamando a las puertas de la próxima generación de coches eléctricos. Un sistema que permite la recarga de las baterías de prácticamente cualquier vehículo eléctrico, y hacerlo además sin necesidad de cables e incluso sin elementos a la vista del usuario.
Una de las empresas que más fuerte están trabajando es WiTricity. El fabricante norteamericano ha llegado a un acuerdo con General Motors para el desarrollo de los futuros sistemas de recarga sin cables que llevarán los próximos modelos.
Unos cargadores que según el representante de WiTricity están logrando un elevado nivel de eficiencia, entre un 85 y un 90%, y que además incrementan paulatinamente su potencia. Como muestra las estaciones de 7 y 11 kW que están probando junto a GM.[blocktext align=»center»]
La recarga inalámbrica y el coche autónomo. Dos sectores que crecerán de la mano en la próxima generación [/blocktext]
Estos pueden ser instalados tanto en coches eléctricos puros, como en eléctricos con extensor de autonomía. Al mismo tiempo los emisores pueden ser instalados en viviendas particulares, y también en emplazamientos públicos. En este último caso la cuestión del vandalismo suele ser uno de los principales problemas a los que se enfrentan las infraestructuras de recarga.
Para tratar de solucionarlo, desde WiTricity se ha indicado que en caso de instalaciones públicas, la placa emisora podrá estar instalada bajo el suelo. Algo que la protegerá de las agresiones, y también de los elementos meteorológicos.
Ahora General Motors y el resto de fabricantes analizan el potencial de ofrecer esta solución de recarga en sus futuros modelos. Un elemento que puede tener más un impacto publicitario que realmente operativo, ya que la operación de recarga un coche con un cable en las viviendas es muy sencillo. Esto nos indica que la expansión dependerá más de la expansión en las redes de recarga pública.
Un sistema sobre el papel con mucho potencial, pero que supondrá encarecer el precio de un vehículo que contará con dos tomas de recarga. La tradicional con cable, y la inalámbrica. Por lo que además de la expansión de la red de recarga, este sistema dependerá también de su competitividad a nivel económico durante su instalación.
Tal vez el segmento que más fuerte puede tirar por esta tecnología sea el despegue del coche autónomo. Unos vehículos cuya recarga será un reto si seguimos con el cable, y que tendrán mucho más fácil recuperar su carga con un sistema inalámbrico, pero que no se espera tenga un impacto significativo a nivel de ventas hasta más allá del 2020.
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Fuente | WiTricity
